Moody’s vuelve a bajar el indicador de solidez financiera del BCR

La degradación refleja preocupaciones de la calificadora por el estado del gobierno corporativo

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La calificadora de riesgo Moody’s bajó este miércoles 8 de noviembre las calificaciones de solidez financiera intrínseca y solidez financiera intrínseca ajustada del Banco de Costa Rica, de ba3 a b1, en ambos casos, debido persistentes preocupaciones por la situación de gobierno corporativo de la institución.

La empresa admitió que esta degradación refleja las profundas preocupaciones de la calificadora por el estado del gobierno corporativo de la institución, luego de que fueran arrestados el gerente general del Banco, Mario Barrenechea, y los miembros del comité de crédito, el pasado 3 de noviembre.

Los emisores o instrumentos con calificación Ba muestran una solvencia inferior al promedio en relación con otros emisores locales; al pasar a B el Banco baja un peldaño y muestra una solvencia baja respecto a otros emisores locales.


Sin embargo, la agencia confirmó las calificaciones crediticias de largo plazo del Banco en moneda local y las calificaciones de deuda senior no garantizadas de moneda extranjera en Ba2, así como la calificación de depósitos a largo plazo en moneda extranjera de Ba3.

El principal deterioro ocurrió en el Indicador de Solidez Financiera Intrínseca (baseline credit assessment o BCA), que constituye una opinión de Moody’s sobre la fortaleza de los emisores, sin tomar en cuenta el apoyo extraordinario que pudiera provenir de un gobierno, que en el caso del Banco de Costa Rica sería la garantía estatal.

"Moody’s considera que estas detenciones resaltan las debilidades del gobierno corporativo del Banco de Costa Rica y perjudicarán las habilidades del banco de generar nuevos negocios", explicó la firma por medio de un comunicado de prensa.

Según indicó la agencia, los depósitos del BCR y sus obligaciones cuentan con garantía del estado, que protege los depósitos del banco de riesgos de refinanciamiento a corto plazo en momentos de estrés.

Sin embargo, las posibles deficiencias de gobernanza, heredadas de la vieja administración, pueden generar una mayor dificultad para generar nuevos negocios, afirmó la calificadora.

"El crecimiento del préstamo se mantendrá más restringido ya que la nueva administración interina se enfoca en fortalecer el gobierno corporativo en lugar de aumentar la cartera. Por tanto, la rentabilidad ya modesta del BCR, puede debilitarse aún más", afirmó Moody’s.

Las calificaciones que se mantuvieron sin cambios, como las de depósitos en colones y la de deuda en dólares fueron afirmadas, pues la calificadora prevé que ante cualquier situación el gobierno dé completo soporte al banco.

Además, la calificadora admitió que las presiones alcistas sobre las calificaciones son limitadas dada la perspectiva negativa del Banco y las calificaciones soberanas del Gobierno de Costa Rica.

Sin embargo, Moody’s afirmó que la perspectiva podría estabilizarse siempre y cuando la perspectiva soberana se estabilice.