El incremento periódico en los precios de la educación privada, desde el 2006, se frenó con la llegada de la pandemia. El indicador de precios de este servicio subió durante 14 años en forma escalonada pero, a partir de la segunda parte del 2020, bajó y en el 2021 y este año comenzó a reflejar un tímido aumento.
Según detalló el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) esta división incluye educación privada en niveles de preescolar, primaria, secundaria, parauniversitaria, universitaria y cursos de idiomas.
El gasto en educación es importante para los hogares costarricenses. Según el Estado de la Educación 2022, en Costa Rica cerca del 55% de los hogares del país cuenta con al menos una persona estudiante.
En el 2018, con base en la última Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos, cita el Informe, el gasto mensual promedio en educación por estudiante ascendió a ¢45.000; sin embargo, el gasto medio mensual por estudiante del quinto quintil alcanzó los ¢143.000.
“En general, se encuentra que los hogares destinan, en promedio, el equivalente al 8% de su ingreso a sufragar estos gastos, cuya agregación equivale al 2,3% del producto nacional, lo que muestra la importancia del esfuerzo privado complementario al gasto público”, indica el Estado de la Educación.
Según información proporcionada por Isabel Román, coordinadora del Estado de la Educación, en el 2021 la matrícula en los centros privados fue de 81.475 estudiantes y en el sistema subvencionado de 19.655, ambos representan un 7% del total de la matrícula.
El índice de educación privada tiene como año base diciembre 2020, lo cual significa que en ese momento valen 100 y a partir de ahí se comienzan a ver sus variaciones. El Banco Central realizó un enlace de la serie hacia atrás y eso permite ver el comportamiento desde el 2006.
Ajustes 2023
Según una respuesta escrita enviada por la Unidad de Rectores de las Universidades Privadas de Costa Rica (Unire), durante la pandemia el foco de las universidades privadas fue que los estudiantes no dejaran de estudiar.
“Algunas responsablemente asignaron un fondo especial de becas para apoyar y proteger a todos los estudiantes que se vieron afectados económicamente ante la crisis mundial. Buscaron eficiencias para redireccionar y redistribuir los recursos”, añadió Unire.
Explicaron que aún así hubo una baja en la matrícula a nivel general del país.
Todos los años, las instituciones de educación superior revisan sus colegiaturas y envían la solicitud de aumento a aprobación del Consejo Nacional de Enseñanza Superior Universitaria Privada.
“Sin embargo, considerando que la economía ha estado tan golpeada y la inflación ha afectado al país entero, para este 2023 la mayoría de instituciones hará un ajuste muy por debajo de la inflación”, comentó la Unire.
La organización espera que, para el 2023, la economía se pueda estabilizar, se retorne a una inflación normal, el empleo aumente y que las familias poco a poco se puedan estabilizar y para quienes sigan afrontando situaciones difíciles, están interesadas en apoyar a esos casos de manera focalizada.