Escasez de madera amenaza a diversas industrias durante esta década

Faltante llegaría a un promedio anual de 389.266 m³ con una proyección de aumento de la demanda del 4,3% al año, de acuerdo con un análisis realizado por la Oficina Nacional Forestal.

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Un déficit de madera que podría llegar hasta un promedio de 389.266 metros cúbicos (m³) anuales afrontará Costa Rica en el periodo 2021-2030, de acuerdo con un informe especial preparado por la Oficina Nacional Forestal (ONF).

El análisis de esa organización tiene como objetivo llamar la atención para buscar una salida al tema, mediante el aprovechamiento del manejo sostenible de bosques naturales, la explotación en áreas agrícolas o la plantación de 5.000 hectáreas forestales nuevas cada año.

En caso de optar por la importación de este producto, el país afrontará una fuga de divisas y pérdida de servicios ambientales, que no serán ofrecidos por plantaciones forestales y sistemas agroforestales ya que dejarán de ser establecidos en el país. Esto aparte de la inversión en divisas que implicará esta opción, señala el informe.

La ONF es un ente público no estatal, con personería jurídica propia, creado por ley con el fin de promover las actividades forestales y el uso de la madera. En su junta directiva hay representación de los sectores de producción, industria y comercio de ese producto.

Luis Felipe Vega Monge, director ejecutivo de la ONF, consideró que seria un desperdicio no aprovechar las condiciones del territorio, el prestigio internacional y la experiencia para promover un programa que permita llenar la demanda con producto local. También se pretende evitar que el déficit estimule la tala ilegal de árboles.

Sin embargo, reconoció que se debe lanzar un programa país al respecto. Por eso, el llamado de atención mediante la proyección de demanda, realizado con el estudio Reactivación del sector forestal ante el inminente desabastecimiento de madera.

Vega adujo que cultivar madera en el país contribuye con las metas de carbono neutral, ayuda en el alcance de los objetivos de desarrollo sostenible y genera empleo local en zonas rurales.

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De acuerdo con el documento de la ONF, la proyección del consumo aparente basada en la tendencia mostrada en el 2010-2020 dio como resultado 658.713 m³ en promedio por año, para el periodo 2021-2030. Al realizar la proyección del consumo aparente basado en el potencial crecimiento de la demanda de madera para la construcción en sustitución de otros materiales contaminantes, basado en un incremento de 4,3% en promedio, la suma se eleva a 887.454 m³ en promedio por año.

El faltante

Las cifras estimadas de consumo llevaron a establecer la proyección de déficit, sobre la base de la producción de la década pasada. De esa manera, el déficit de madera aserrada se estimó en 160.525 m³ promedio anual, cuando el consumo aparente se proyectó con base a la tendencia del 2011-2020 (sin incremento). Mientras, en el escenario del consumo aparente con un crecimiento de 4,3% promedio anual, el déficit aumenta a 389.266 m³.

El presidente de la Cámara Costarricense de la Construcción (CCC), Carlos Trejos, dijo que se ha notado una disminución considerable en el abastecimiento de madera a nivel nacional, a lo cual se le suma que parte de la producción se exporta.

Agregó que en el sector construcción el uso de la madera se ha visto limitado y dejó de ser un elemento primario para convertirse en un material más de acabado. “En el país no hay plantas de valor agregado, no se ha impulsado fuerte la producción y la reforestación no se está dando como debería. No hay un incentivo verdaderamente importante para producir madera”, advirtió el dirigente.

Consultado acerca de las importaciones, especialmente desde Chile, Trejos recordó que ese país es uno de los mayores productores de pino en el mundo. “No necesariamente (el producto chileno) más económico que madera nacional; sin embargo, muchas veces se prefiere debido a la capacidad de entrega ya que al tener producciones sumamente amplias permite que se tengan entregas en más cantidad y menor tiempo que el producto nacional”, resaltó.

Según Trejos, otro problema con las importaciones es que actualmente China está comprando madera de Chile en gran cantidad, por lo que el abastecimiento para Costa Rica se ve afectado.

El presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa de Artesanos de Sarchí (Coopearsa), Luis Vásquez, confirmó que hay escasez de maderas de alta calidad, como Cenízaro, Cristóbal, Ron Ron, Guapinol y Cedro, lo cual se está convirtiendo en un problema para los afiliados a la cooperativa, en particular para los que hacen muebles y requieren más ese material.

Vásquez, quien también es artesano, explicó que la demanda de los muebleros y artesanos es realmente poca en comparación con el volumen total del país, pero afirmó que aún el faltante se ha acentuado más desde hace tres años. De seguir así, la escasez de materia prima puede dejar al sector de muebles y artesanías fuera del mercado, advirtió.

Soluciones propuestas

La ONF propone, como mejor salida, el cultivo de unas 5.000 hectáreas anuales de árboles maderables, especialmente los de especies de rápido crecimiento, como melina y cebo, a partir del próximo año. Se calcula que con esto se agregaría un volumen promedio anual de 104.895 m³.

La segunda opción planteada es el manejo sostenible de bosque natural. Este sistema existe en Costa Rica y el país ha tomado experiencia en el campo. La meta sería ampliar entre 4.359 hectáreas y 20.488 hectáreas de bosque con sus respectivos planes de manejo. El volumen de madera en troza que se espera adicionar durante el periodo de estudio, dependiendo del escenario, se encuentra entre un rango de 242.883 m³ a 833.066 m³, explicó la ONF.

A eso se podría añadir, según la entidad, la madera caída, que equivale en los próximos 10 años a 2.513.952 m³ de madera en rollo en un área de 828.918 Hectáreas de bosques maduros, secundarios, con y sin restricciones.

La ONF reconoció que sus propuestas dependen de los inventivos que el país ofrezca, especialmente el pago de servicios ambientales (PSA) a quienes realicen plantaciones o un manejo sostenible del bosque. No obstante, lanzaron la propuesta, dijo Vega, para promover la discusión al respecto y para evitar que el aumento en la demanda estimule una mayor tala ilegal de este recurso.