En el primer trimestre de este año, el índice de precios al consumidor casi no creció: el aumento fue de solo un 0,02% y, entre marzo 2014 y marzo 2015, el incremento alcanzó un 3%.
Con estos resultados, publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), el impuesto a los combustibles que se ajusta cada trimestre, casi no subirá, lo cual ayudará a que el costo de la gasolina y otros hidrocarburos no sufra aumentos por esta vía.
Las cifras además son un estímulo para que disminuyan las tasas de interés en colones.
Este efecto ya se refleja en la decisión del Banco Central de bajar, en dos ocasiones, la tasa de política monetaria (para prestar a las entidades), dijo el economista Norberto Zúñiga.
“Esto, a su vez, impactará, con algún rezago, las tasas pasivas (para ahorros) de los intermediarios financieros y, consecuentemente, la tasa básica (la cual ya ha bajado), y eventualmente las activas (para préstamos)”, detalló Zúñiga.
Por otro lado, a los trabajadores que no recibieron aumento salarial, esta situación les ayuda a mantener su poder adquisitivo, aunque aquellos, especialmente del sector público, cuyo incremento depende de la inflación, esperarían un ajuste moderado.
Efecto en salarios. Roxana Morales, coordinadora del Observatorio de la Coyuntura Económica y Social de la Universidad Nacional, explicó que el efecto en los salarios depende de la situación de cada empleado.
“Hay un importante sector de la población asalariada que no recibe aumentos semestrales por ganar un poco más del salario mínimo o por incumplimiento de la ley, en este sentido, la baja inflación permitiría que su pérdida de poder adquisitivo en el tiempo no sea tan significativa”, apuntó. No obstante, aclaró que ese poder adquisitivo depende de la canasta de consumo que se tenga.
“Por ejemplo, al no poseer vehículo, hay muchas familias de bajos ingresos que no adquieren combustibles, por lo que la baja en los precios de la gasolina no les beneficia directamente”, dijo.
Según explicó ayer el Banco Central en un comunicado, en la reducción de la inflación, que ha sido más rápida de lo esperado, ha influido la baja en el costo de las materias primas.
“La convergencia de la inflación hacia el rango meta (entre 3% y 5%) se dio con mayor celeridad a lo previsto en el Programa Macroeconómico 2015-2016, en parte apoyada por bajos precios de materias primas en los mercados internacionales”, manifestó la entidad.
Zúñiga y Morales coincidieron en que la posibilidad de sostener el resultado depende de que se logren mantener los precios del dólar y los combustibles.