Fallece Édgar Ayales, la voz que impulsó la reforma fiscal más allá de las banderas políticas

Tras el fracaso de la reforma tributaria del 2012, el economista y exministro de Hacienda creó un nuevo texto que sirvió de base para el proyecto impulsado por el gobierno de Luis Guillermo Solís

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Edgar Ayales Esna, exministro de Hacienda y excandidato a vicepresidente del Partido Liberación Nacional (PLN), falleció la noche de este miércoles, a las 7 p. m.

Su muerte la confirmó su hermano Antonio Ayales, director ejecutivo de la Asamblea Legislativa. Él contó que el exfuncionario se encontraba internado en el hospital Clínica Bíblica desde el 9 de abril.

El exjerarca padecía de leucemia agresiva, la cual le detectaron el año pasado.

La familia informó de que el cuerpo del exfuncionario se velará este jueves, a partir de las 9 a. m. en la funeraria Montesacro, en San Pedro de Montes de Oca. Las honras fúnebres se realizarán a las 3 p. m. en el templo católico de Curridabat centro.

El exjerarca de Hacienda tenía 68 años, vivió en Curridabat y estaba casado con María Elena Lizano Silva.

Édgar Ayales Esna pasó casi cuatro años en el exilio político. Después de dejar el cargo de Ministro de Hacienda en el 2014, el economista se mantuvo siempre pendiente del país, pero lejos de los estrados.

Registraba la evolución de los principales indicadores económicos del país en un documento de Excel que guardaba meticulosamente en su computadora.

No regresó a la escena política en un cargo público, pero jamás se alejó de la realidad económica.

Fue en el 2017 cuando Antonio Álvarez Desanti, excandidato del Partido Liberación Nacional (PLN), lo invitó a acompañarlo en la fórmula presidencial.

La enfermedad que para entonces ya padecía Ayales, lo hizo dudar al principio, pero finalmente aceptó postularse como candidato a la primera Vicepresidencia de la República, en las filas liberacionistas.

La derrota de Álvarez y del PLN en primera ronda no dejó a Ayales fuera del juego político. De nuevo, pudo más su interés por resolver el problema fiscal. Fue así como el exministro aceptó integrar el equipo de asesores económicos de Fabricio Alvarado, excandidato presidencial del Partido Restauración Nacional (PRN).

El excandidato luego de conocer la noticia escribió en su cuenta oficial de Twitter: "Nos dejó don Edgar Ayales, quien fue parte de nuestro equipo económico para la segunda ronda electoral. Dios llene de paz y fortaleza a su familia".


Ayales colaboró con ideas para el plan 2.0 de Alvarado, quien antes del balotaje del 1. ° de abril, se proyectaba como ganador de las elecciones presidenciales según las encuestas.

El economista aceptó dar su asesoría al exaspirante presidencial, pero siempre aclaró que sus colores políticos se mantenían. Era liberacionista y por eso rechazó la posibilidad de ocupar un cargo en el eventual gobierno de Alvarado.

El ajedrez electoral dejó a Ayales fuera por segunda vez en la misma contienda. Carlos Alvarado, del oficialista Partido Acción Ciudadana (PAC), obtuvo una contundente victoria, y con ella, la ventana política del exministro de Hacienda se cerró definitivamente.

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Eso sí, Edgar Ayales le hizo sus observaciones a Carlos Alvarado antes de saber que era él quien iba a ganar los comicios del 2018.

El pasado 15 de febrero, el economista aprovechó una reunión con Alvarado para señalarle que sus propuestas carecían de acciones concretas para recortar el gasto público en los niveles necesarios.

Días más tarde, el 7 de marzo, durante la presentación del equipo de asesores económicos de Fabricio Alvarado, Édgar Ayales explicó que la cercanía del PAC con los sindicatos y con el Frente Amplio fueron los detonantes para que decidiera sumarse al equipo de trabajo de Restauración Nacional.

Pero la función pública era algo que estaba en la familia. Farid Ayales, fue ministro de Trabajo en la administración Figueres Olsen y Antonio Ayales, es director ejecutivo de la Asamblea Legislativa, ambos son hermanos de Édgar.

Tortuoso camino fiscal

Durante dos años como Ministro de Hacienda, el experimentado economista fue enfático en urgir a todos los sectores del país para gestar una reforma fiscal.

En el 2012, cuando Ayales asumió el cargo, el déficit fiscal del gobierno era del 4,3% del producto interno bruto (PIB), una cifra que desde entonces preocupaba sobremanera al jerarca. Para el cierre del 2018, el Banco Central proyecta que el déficit financiero alcanzará el 7,1% de la producción nacional.

Ayales defendió durante su gestión, que el desbalance fiscal del país no se resolvería con esfuerzos administrativos para recortar gastos superfluos, ni con mejoras en la recaudación de tributos. Se requería un plan fiscal que generara un 3,5% de la riqueza nacional.

Para lograrlo, el entonces Ministro tuvo más de 50 reuniones con representantes de todos los sectores de la economía de Costa Rica. Fue así como se creó una nueva versión del proyecto que sirvió de base para que el gobierno de Luis Guillermo Solís construyera sus propuestas.

El actual proyecto de Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas que se discute en la Asamblea Legislativa –la cuarta versión del paquete tributario durante el mandato de Solís– fue creado con base en el documento que envió Ayales al Congreso antes de finalizar su gestión, en mayo del 2014.

El avance legislativo de este paquete fiscal es la conclusión del ciclo que empezó Ayales con sus vehementes llamados a todos los sectores, pero sobre todo a los políticos, para que se aprueben nuevos impuestos y recorte al gasto público, con el fin de darle oxígeno a las finanzas del Estado.

La voz de la experiencia

Ningún periodista asiduo a la fuente hacendaria escapó al salud, el apretón de manos y la sonrisa sempiterna que caracterizaba a Ayales. Antes de empezar las conferencias de prensa, en el sexto piso del Ministerio, el economista hacía su ritual y bordeaba la mesa de reuniones para dar los buenos días.

Afable, cálido, apasionado y directo. Sus encuentros nunca duraban menos de hora y media, tenía muchas cosas que decir, siempre preocupado por el principal problema de Costa Rica. Nunca lo dijo, pero era un hecho, el déficit fiscal de seguro le quitaba el sueño.

Pudo más la idea de contribuir con el país, de trabajar por una reforma fiscal, de buscar y promover soluciones ante el creciente déficit financiero, que el tentador plan de jubilación que ya había empezado a disfrutar en el 2010, cuando se retiró del Fondo Monetario Internacional (FMI) bajo un mecanismo de pensión adelantada.

Quiso disfrutar de sus nietas. Desde el 2010 se instaló en su ciudad predilecta, Liberia, Guanacaste.

La abrupta salida de Fernando Herrero del Ministerio de Hacienda abrió el espacio para que, en mayo del 2012, la entonces presidenta de la República, Laura Chinchilla, juramentara a Édgar Ayales como nuevo jerarca de una de las brasas de los últimos gobiernos.

Antes de asumir como Ministro de Hacienda, el economista había ocupado importantes cargos en diferentes instituciones alrededor del mundo.

Ayales estudió economía en la Universidad de Costa Rica (UCR) y obtuvo su maestría en la Universidad de Kent, en el Reino Unido.

En su hoja de vida destacan cargos como consultor de los bancos centrales de Costa Rica, Angola y Surinam. También fue profesor universitario en la UCR, la Universidad Nacional (UNA) y la Universidad Autónoma de Centroamérica (UACA).

Su recorrido profesional lo llevó a ser director de instituciones como el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Fue asesor del Director Ejecutivo del FMI y se retiró como Director Adjunto del Departamento de Estadística de esa entidad.

En Costa Rica, trabajó, en 1982, como representante del Banco Central en la Comisión Nacional de Emergencias. Cuando eso era presidente de este órgano el excandidato liberacionista Rolando Araya Monge.

Además, en 1989, formó parte del equipo que negoció la reestructuración de la deuda pública externa de Costa Rica.

El expresidente del Banco Central, Eduardo Lizano, relató tiempo atrás a este diario que uno de los momentos más emocionantes en su vida pública fue cuando estando encerrados Silvia Charpentier, Édgar Ayales y él en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, les avisaron, a las 3 a. m., que los acreedores de Costa Rica aceptaron las condiciones de renegociación de la deuda externa.

Eso fue en noviembre de 1989 y constituyó el inicio de la reducción en la carga de la deuda.

Su llegada a la máxima silla del Ministerio de Hacienda en el 2012 fue un llamado a liderar un proceso que se venía discutiendo en el país desde hacía dos décadas. La compleja situación financiera de Costa Rica urgía -desde entonces- una reforma fiscal.

El escenario no era favorable. La Sala Constitucional había derribado, por vicios de procedimiento legislativo, en 2012, el Plan de Solidaridad Tributaria que trabajó Fernando Herrero. Ayales tenía que empezar una reforma fiscal de cero.

Lo cierto es que Édgar Ayales se erigió como el principal escudero de la reforma fiscal en Costa Rica. Sus reflexiones sobre la necesidad de hacer más eficiente y contener el crecimiento del gasto público siempre iban acompañadas con las propuestas de impuestos.