El déficit financiero del Gobierno Central alcanzó, en el 2017, un monto equivalente al 6,2% del producto interno bruto (PIB), el mayor valor que se ha registrado en los últimos 34 años.
Un punto porcentual de la producción equivale a ¢330.783 millones, con base en el PIB estimado por el Banco Central para el 2018.
El deficit financiero es el exceso de gastos totales sobre los ingresos totales, que provienen, principalmente, por impuestos. Este se diferencia del déficit primario, el cual excluye los gastos por intereses. Este último alcanzó un 3,1% de la producción.
La proyección de déficit dentro del Programa Macroeconómico del Banco Central 2017-2018, era de 6,1%, por lo que el cierre final fue una décima de punto porcentual mayor que la estimación oficial.
La información la brindó, la mañana de este jueves 25 de enero, el ministro de Hacienda, Helio Fallas, en conferencia de prensa.
Fallas explicó que recibieron el déficit en 5,4% del PIB (en el 2013) y trataron de sostenerlo, pero el año pasado, con la acumulación de los intereses, generó un aumento.
“Claro que se requiere la reforma, lo que se requiere aquí es que el déficit primario llegue a cero, pero gradualmente (…) y en ese momento empieza a bajar la deuda”, sostuvo.
“Si nosotros no hacemos la reforma, la van a hacer por nosotros, nos la van a hacer los organismos internacionales, especialmente el Fondo Monetario Internacional”, añadió Fallas.
Los ingresos tributarios crecieron, en el 2017, un 5,3%, un crecimiento menor al del 2016, que fue de 7,9%.
“Creemos que la desaceleración económica y la menor importación de vehículos es lo que explica (la menor recaudación)”, manifestó Fallas.
El impuesto de ventas aumentó un 2,8% en el 2017, menor al 5,9% del 2016; no obstante, la recaudación del impuesto de renta se mantuvo en dos dígitos y se convierte en el impuesto más importante en términos de recaudación respecto a la producción.
Los gastos totales aumentaron 9,1%, en el 2017, influidos especialmente por el incremento de 16,9% en el gasto por intereses y 8,8% en las transferencias.
El gasto en remuneraciones bajó de 7,2% del PIB, en el 2015, a 7% del PIB, en el 2017, destacó Fallas.
Esfuerzos insuficientes
Fallas hizo un recuento de todas las medidas que aprobaron e impulsaron para la modernización tecnológica de Tributación, en egresos y para impulsar la reforma fiscal.
Algunos ejemplos de modernización tecnológica que citó fueron ATV, pagar impuestos de casas y empresas por medio de Internet; RUT, que permite tener un registro único para cada contribuyente y factura electrónica, que se intentó poner en práctica desde el año 2015.
En egresos, señaló, entre otros, la aprobación del proyecto de caja única y cuatro leyes de pensiones con cargo al presupuesto nacional, entre otros.
Señaló que esta semana salió una nueva directriz, la 98, para el control de plazas en el 2018, que sigue la número 70 que se publicó para el año anterior.
Sobre compras públicas, informó de que ya están cumpliendo el 50% de todas las instituciones.
“En ese contexto, decir que no hemos hecho nada en gasto, yo me siento muy sorprendido”, dijo Fallas.
A esto se suman todos los proyectos presentados a la Asamblea Legislativa para una reforma fiscal, agregó.
No obstante, los esfuerzos son insuficientes para reducir el faltante, dijo Fallas.