Clave Fiscal: Contengencia fiscal solidaria

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El Gobierno Central abandonó los conceptos de reforma integral planteados en renta e impuesto al valor agregado, cambiándolos por arcaicos conceptos de modificaciones desesperadas de tarifas de los tributos, que ya agobian a los contribuyentes.

Medidas como las propuestas deben ser bloqueadas de plano por el sector privado, pues atentan contra su propia sustentabilidad, cargan de costos la demanda agregada de bienes, hacen perder competitividad local. Asimismo, es carente de un vínculo histórico con lo que está ocurriendo en mercados de donde proviene tradicionalmente la inversión extranjera directa, más concretamente los Estados Unidos, donde se propone la reforma fiscal más revolucionaria jamás planteada, reduciendo tarifas corporativas de renta a niveles de 15%, en contraste con la propuesta que eleva la tarifa costarricense a ridículos niveles del 36%, concentrando a la vez la tarifa en el mismo sector de contribuyentes formales, quienes a su vez deben incurrir en crecientes costos de cumplimiento que elevan de manera exponencial el costo fiscal directo e indirecto combinados.

Como sector formal, hemos cedido muchos elementos de nuestra libertad empresarial, social y personal, incluidos los derechos a la intimidad perdida en materia societaria y financiera, como para seguir siendo siempre los mismos quienes contribuyamos. El populismo de mantener unas condiciones especiales para “enanismos fiscales” lo hace todavía más caótico y patético, pues se sigue fomentando que los sectores formales en apariencia, se sigan protegiendo en la pequeñez aparente de su aparto de generación de riqueza, sin existir gestión alguna por parte del Estado para censar, de manera eficaz, a los que se acogen indebidamente a tarifas reducidas.

El esfuerzo de cumplimiento en cabeza de los mismos agentes económicos es, ya de por sí, una carga grave, tanto en forma directa como indirecta, o se retoma realizar una reforma estructural e integral o el déficit seguirá creciendo. Cargado de adjetivos, se pone el Caballo de Troya bajo la sombrilla de ser una reforma progresiva, solidaria y justa, no logra ninguno de los adjetivos, pero los devalúa, en su contraste con la realidad.