La Bolsa Nacional de Valores prepara un nuevo plan de bonos con el fin de que empresas puedan desarrollar proyectos verdes y financiarlos a través del mercado de valores.
Proyectos de energía renovable, eficiencia energética, transporte limpio, manejo de recursos hídricos, manejo de residuos, agricultura, TI y banda ancha son algunos de los que podrán ser financiados a través de estos instrumentos, según explicó José Rafael Brenes, director general de la Bolsa Nacional de Valores (BNV).
Los bonos verdes son instrumentos financieros de deuda que las empresas pueden emitir con la condición de que los recursos se destinen exclusivamente para financiar o refinanciar proyectos nuevos o ya existentes que califiquen como proyectos verdes, es decir, que contribuyan a mitigar los efectos del cambio climático o adaptarse a ellos.
Los proyectos deben contar con la opinión o certificación de un tercero que acredite que el uso de los recursos captados bajo la figura estará destinado a este tipo de proyectos.
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La meta de la BNV es tener al menos una emisión al cuarto trimestre de este año.
Este tipo de instrumentos no son nuevos. En el resto del mundo los bonos verdes comenzaron a aparecer en los mercados a partir del 2007 y en Latinoamérica, México es el país con el mayor desarrollo de estos instrumentos.
Para Victor Chacón, director de la Cámara de Fondos de Inversión, a pesar de ser una propuesta interesante como instrumento, será atractivo solo si la tasa que se ofrece por ellos es rentable para los plazos que se emitan y si el emisor tiene una buena calificación y respaldo.
Estos bonos son emitidos con la calificación de riesgo de las empresas emisoras, por lo que de eso también dependerá su éxito.
Precisamente esto es una limitación del instrumento, explicó Freddy Quesada, gerente de INS Valores, ya que, además de la calificación de riesgo, los bonos verdes pueden tener condiciones particulares que podrían no estar dentro del apetito de riesgo de la mayoría de los inversionistas y podría limitarlos al principio en comparación con el resto de bonos del mercado.
“Los potenciales inversionistas deberán informarse acerca de cada proyecto en particular y sobre todo, comprender su riesgo, como en todo proyecto de inversión”, aseguró Quesada.
El proyecto llega en un año en el que el Banco Central prevé un menor crecimiento del crédito al sector privado y endurecimiento de las condiciones para acceder al crédito, por lo que la Bolsa considera una opción más para que las empresas desarrolladoras de estos proyectos consigan financiamiento.
La Superintendencia General de Valores fue consultada, sin embargo, afirmó que no cuentan con información adicional de la propuesta y que, cuando sea sometida a consideración de la superintendencia, podrán brindar una opinión al respecto.
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