Encaje es una de las opciones más viables aquí

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

El encaje a la entrada de inversiones financieras al país se perfila como una de las opciones más viables para que Costa Rica frene el ingreso de dólares y evite una mayor caída en el precio de la divisa respecto al colón.

Así se desprende del criterio del presidente del Banco Central, Rodrigo Bolaños, sobre las opciones disponibles, aunque las autoridades todavía no han decidido al respecto.

El encaje es un porcentaje de las captaciones que se debe trasladar al Banco Central y no se puede usar.

El segundo vicepresidente de la República, Luis Liberman, manifestó el jueves que valoran tres opciones: intervenir directamente en el mercado cambiario comprando divisas, restringir el ingreso de capitales o ponerles un encaje.

La intervención directa consiste en que el Banco Central compre dólares en el mercado cambiario para aumentar la demanda y presionar para que el precio de la divisa suba.

Bolaños se opone a esta opción, pues el Banco Central tendría que pagar los dólares con colones que pone a circular y que aumentan la capacidad de la gente para comprar, lo cual amenaza la baja inflación que el país ha logrado.

“Lo que se ha logrado con la inflación hay que preservarlo”, enfatizó el jerarca.

La restricción al ingreso de capitales podría ser alguna medida que limite la entrada de inversiones al país.

Bolaños explicó que la Ley Orgánica del Banco Central permite usar este instrumento, pero solo cuando los instrumentos “normales” no funcionan, lo cual lo hace complicado.

Un impuesto al ingreso de capitales, como dispuso Brasil, requeriría aprobación legislativa, pero el encaje podría funcionar como tal y no requiere dicha aprobación.

Liberman prometió “una pronta solución”.