Probióticos de uso vaginal y libros con realidad aumentada son parte de decenas de emprendimientos de mujeres en área ‘STEM’

Se escogieron 12 proyectos ganadores entre los que se encuentran una aplicación que anima los libros físicos y una de óvulos y cremas a base de probióticos para infecciones vaginales

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¿Se imagina acercar una tableta a un libro físico y que las palabras del libro se conviertan en animaciones o que en Costa Rica surja la primera empresa en Centroamérica que produzca óvulos de probióticos para infecciones vaginales?

Pues estas son dos de las 119 propuestas que presentaron mujeres en una primera convocatoria nacional de emprendimientos en áreas de STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) que realizó el Consejo Nacional para Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicit).

Al final, fueron seleccionados 12 emprendedoras, quienes formarán parte de un proceso de incubación de 14 semanas para fortalecer su propuesta e incrementar las posibilidades de convertirse en una empresa estable y exitosa, financieramente viable y con potencial de crecimiento local e internacional.

Las propuestas ganadoras fueron: macetas para producir plántulas de base vegetal, biodegradables que aumentan la productividad de plantaciones agrícolas; una aplicación móvil que permite analizar música e identificar notas y acordes aunque no sepa leer música; hongos para el tratamiento de aguas residuales de origen farmacéutico y un material alternativo al cuero a partir de residuos de piña.

Además, entre las iniciativas figuran un chip microfluídico para identificar células de cáncer de páncreas, una aplicación móvil para favorecer el aprendizaje de las matemáticas para niños entre seis y 10 años, manejo de datos meteorológicos para reducción de pérdidas de cultivos, kits diagnóstico para diversas enfermedades, productos para prevenir la caída del cabello con ingredientes naturales y una espuma cicatrizante a base de ingredientes naturales en la zona perineal.

“La alta participación en esta primera edición denota que estamos financiando una necesidad que hacía falta atender en el sector y que es algo a lo que hay que ponerle atención y que requiere de la creación de alianzas tanto para futuras convocatorias como para atender las otras fases de estos emprendimientos exitosos”, indicó Giselle Tamayo, presidenta del Conicit.

Dos ejemplos

Dos de las emprendedoras elegidas compartieron su experiencia con La Nación.

Carmen Vargas, quien estudió comunicación en la Universidad de Costa Rica con énfasis en producción audiovisual, y Carolina Zúniga, quien cursó la carrera de animación digital en la Universidad Véritas, están diseñando una aplicación que permitiría animar las páginas de libros físicos cuando se pasa una tableta sobre ellas. Así, por ejemplo, si el libro dice que un globo elevó al niño, entonces sale una animación de un niño con un globo volando.

Vargas explicó que el proyecto busca motivar a los menores, que están muy acostumbrados a los dispositivos electrónicos, a leer libros físicos. “Es una lástima que los niños sientan estos dos mundos separados (electrónicos y lectura en físico) cuando los dos son muy hermosos”, dijo.

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Por otra parte, dos jóvenes biólogas de la Universidad de Costa Rica, quienes cursan la licenciatura en Biología Molecular y Biotecnología, Paola Piza y Génesis Coto, trabajan en la elaboración de probióticos de uso vaginal en crema y óvulos como un tratamiento de acompañamiento a los métodos convencionales.

“Nosotras lo que queremos hacer son probióticos de uso vaginal como un tratamiento de acompañamiento a los convencionales, como son los antibióticos. Un probiótico vaginal son microorganismos vivos; sabemos que en la vagina existen bacterias, género lactobacillus, que son beneficiosas para todo el microambiente vaginal”, explicó Piza.

Añadió que estos probióticos se venden en Estados Unidos y Europa, pero que en Costa Rica se exigen receta médica y escenarios específicos, por ello quieren diversificar el mercado y establecer pautas de uso para que puedan ser más accesibles.

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El programa Constelar

Esta convocatoria del Conicit, que está en proceso de transición hacia la Promotora Costarricense de Innovación e Investigación, es parte del Programa Constelar que desarrolló esta entidad en asocio con la Fundación Costa Rica Estados Unidos para la Cooperación (Crusa), la incubadora Impact Hub San José y con el acompañamiento de la organización de Israel Spyre Group.

Este es un programa por medio del cual, mujeres interesadas en generar ideas de negocio en áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas pueden encontrar apoyo para sus emprendimientos.

La iniciativa está compuesta por dos elementos principales: los Clubes de la Academia y el Programa de Incubación. Los Clubes de la Academia es una comunidad de mujeres en STEM a través de clubes en las universidades del país

El Programa de incubación consiste en un módulo educativo de 14 semanas en las que las emprendedoras reciben acceso a sesiones grupales lideradas por Impact Hub San José, así como sesiones individuales con mentores y asesores especializados en metodologías de incubación, áreas STEM y desarrollo de negocios.

Al finalizar las 14 semanas, las empresas podrán optar por capital semilla para el desarrollo de su prototipo, presentando su propuesta ante un Comité Seleccionador.

“Desde CRUSA reafirmamos nuestro compromiso con las mujeres, queremos que Constelar se convierta en una herramienta para catalizar su máximo potencial y una plataforma para posicionar todo el talento femenino que existe en el país”, aseveró Flora Montealegre, delegada ejecutiva de la Fundación CRUSA.

Faltan recursos

Tamayo explicó que para realizar esta primera edición, el Conicit aportó $200.000 del Fideicomiso 04-99 Conicit/BCR y Crusa puso una contrapartida por $160.000.

No obstante, explicó que requieren nuevos socios para poder darle sostenibilidad a la iniciativa a largo plazo.

“La gran debilidad del programa es su sostenibilidad. Lo que necesitamos es ir creando la necesidad del programa para lograr mayor inversión”, sostuvo Tamayo.

Explicó que han conversado con el Sistema de Banca del Desarrollo, el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) y cámaras de la empresa privada. Señaló que todas están muy interesadas.

“La gran debilidad es esa y la hemos tratado de atacar justamente con la generación de estos clubes en los que un aliado estratégico para mí es el Centro Nacional de Alta Tecnología (Cenat) porque justamente ahí se reúne la investigación de más alto nivel en áreas estratégicas vinculadas a STEM”, indicó Tamayo.