El ‘oro verde’ de México

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San José.

En marzo anterior, el secretario mexicano de Agricultura, José Calzada Rovirosa, anunció su determinación de dirimir el diferendo con Costa Rica por el cierre de nuestras fronteras al aguacate Hass, en un panel arbitral de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Afortunadamente, las advertencias del funcionario aún no se materializan y, pecando de inocente, una explicación podría ser que Calzada debe de estar ocupado en asuntos más sensibles que rodean el comercio de esta fruta.

En las últimas semanas, el precio de los codiciados aguacates mexicanos tendió a subir a niveles muy superiores a lo habitual. Según datos del portal InfoHass , especializado en esa fruta, mucha de la presión proviene de la alta demanda que ejerce Estados Unidos.

Allá los minoristas reportan que los días previos al 4 de julio, fiesta de la independencia, los consumidores pagaron precios tan exorbitantes como $6,6 por kilogramo (kg) de la fruta ($75 por la caja de 11,3 kg), cuando, en junio, ese costo rondó los $3,5 por kg.

El 80% de los aguacates que se comen los estadounidenses proviene de su vecino del sur; el 12% se produce en California y una pequeña porción llega de Perú y Chile, lo cual revela una gran dependencia hacia la producción mexicana.

Los estados de Michoacán y Jalisco son los principales productores de la fruta, aunque solo el primero estaba autorizado para exportar a Estados Unidos. Esto cambió en mayo pasado, cuando el Servicio de Inspección de Inocuidad de Plantas y Animales (APHIS, por sus siglas en inglés) permitió que más regiones mexicanas comenzaran a vender la fruta en dicho país.

Lo anterior, junto con la devaluación del peso en relación con el dólar, intensificó la presión sobre la oferta de aguacates, pues para el productor mexicano resulta más atractivo colocar fruta en Estados Unidos que venderla en pesos.

No hay tanto aguacate en México para abastecer su mercado doméstico y a Estados Unidos, y esto está encareciendo el costo de este alimento en ambos países.

Quizá por el efecto de esta dinámica del mercado internacional, Costa Rica habría sentido la escalada de precios en el aguacate, incluso si no hubiera vetado las importaciones de Hass mexicano por temor al ingreso del viroide denominado mancha del sol. Sin embargo, más allá de conclusiones a la ligera, lo que queda en evidencia es el peso de México en el comercio mundial de esta fruta, y los costos en precio y disponibilidad que enfrenta el consumidor ante la ausencia de una solución para reincorporar a México en la lista de nuestros proveedores.