El Gobierno realiza el quinto intento en una década de utilizar la lotería fiscal como instrumento para combatir la evasión fiscal.
Esta vez, el objetivo es estimular el uso de la tarjeta, pues cuando las personas pagan por esta vía, la recaudación de impuestos se beneficia de varias formas.
La más directa es que el Ministerio de Hacienda retiene de una vez parte del tributo de ventas y, a partir del 1.° de noviembre próximo, también una porción del tributo sobre la renta.
Además, cuando se paga con tarjeta la transacción queda registrada, lo cual genera gran cantidad de información útil para combatir la evasión fiscal.
En esta quinta versión del sorteo el premio mayor es de ¢50 millones.
La iniciativa también beneficia a los bancos, que son quienes administran el negocio de las tarjetas de crédito y débito.
Consultado sobre el apoyo de los bancos a la lotería fiscal, el viceministro de Hacienda, encargado de ingresos, Fernando Rodríguez, dijo que no ha tenido la reacción esperada.
“La respuesta ha sido tímida, yo esperaba una mejor respuesta de parte del sector bancario en este tema”, comentó.
María Isabel Cortés, directora ejecutiva de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC), explicó que la tibia respuesta se debe a que la Asociación recibió, hasta el jueves pasado, los lineamientos de Hacienda para diseñar la campaña de publicidad.
“Aún tienen pendiente proporcionarnos la propuesta del plan de medios; en junio, los bancos, a través de la ABC, se comprometieron con el Ministerio a apoyar el Programa de Lotería Fiscal con base en los lineamientos definidos por ese órgano y tardaron dos meses en entregarlo; el compromiso se mantiene y la campaña de motivación arrancará en las segunda quincena de octubre”, explicó Cortés.
Por su parte, el director general de Tributación, Carlos Vargas reconoció que limitaciones presupuestarias impidieron dar continuidad a la lotería fiscal en los últimos años.
¿Es la mejor vía? Se le consultó tanto a Rodríguez como Vargas, si la lotería fiscal será la mejor vía para estimular el uso de la tarjeta.
El Banco Central, por ejemplo, tiene un proyecto para introducirle más funcionalidades al dinero plástico y para que se pueda utilizar como monedero en los buses.
Consultado sobre por qué Hacienda no se une al Banco Central en esta iniciativa, Vargas explicó que los objetivos de ambos son diferentes. “El Banco, obviamente, tiene una razón de fomentar pagos que permitan mejorar la eficiencia en el sistema, a nosotros nos interesan esos pagos, pero por razones de control”.
Un factor que limita el mayor uso de la tarjeta son las comisiones que cobran los adquirentes a los comercios y que estimula que los negocios pidan pagos en efectivo.
Rodríguez admitió que en el pasado han conversado con los bancos acerca de estas tarifas.
“Hemos hablado de esto con los banqueros y ellos lo que deducen es que en la medida en que se profundice el uso de la tarjeta, ellos van a tener capacidad de bajar las comisiones”, comentó Rodríguez.
Gerardo Corrales, vicepresidente corporativo de BAC Credomatic, explicó que las comisiones han bajado. En el pasado eran del 7% u 8% y hoy la promedio está por debajo del 3% y se han creado categorías con montos diferenciados.