Comerciantes piden uso de PIN para pagos con tarjeta en compras mayores a ¢50.000

Banco Central mantiene en pie la implementación para pagos mayores a ¢30.000 entre mayo próximo y febrero del 2023.

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La Cámara de Comercio abogó para que el uso del PIN (personal identification number) en compras con tarjetas de crédito y débito aplique solo para transacciones mayores a ¢50.000, en lugar del mínimo que actualmente impulsa el Banco Central (BCCR) de ¢30.000.

Alonso Elizondo, director ejecutivo de la Cámara, dijo en un comunicado de prensa que se debe considerar que la implementación de la medida será gradual y tomará varios años, hasta que se sustituyan las tarjetas que aún no permiten el uso de la tecnología necesaria para solicitar la clave.

La intención del Banco Central es poner en marcha el plan de manera gradual, pues los bancos tienen tiempo entre 1. ° de mayo y el 1. ° de febrero del 2023 para actualizar sus datáfonos. Además todas las nuevas tarjetas de crédito y débito emitidas a partir de julio deberán contar con el nuevo sistema.

A los plásticos en circulación se les habilitará la autentificación hasta cuando se renueven. Hasta julio del 2021, había más de 8,3 millones tarjetas, según el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC).

Los comercios podrán solicitar el uso del PIN para compras mayores de ¢30.000, solo cuando la tarjeta utilizada y el datáfono del comercio cuenten con los requerimientos necesarios. La clave de la tarjeta es la misma que se emplea para retirar dinero en un cajero automático.

Simplificar transacciones

El Banco Central estima que la medida únicamente afectaría al 10% de las transacciones con tarjeta que habitualmente se realizan en el mercado.

La Cámara de Comercio asegura que subir el mínimo establecido para la nueva obligación permitiría reducir a casi la mitad ese número y simplificar el trámite para alrededor de un 5% restante.

“Siguiendo las mejores prácticas internacionales vemos como los países han ido incrementando el monto mínimo de pago rápido, por tal motivo Costa Rica debería seguir la misma ruta”, afirmó la organización en un comunicado.

Según el BCCR, la intención de esta medida es brindar mayor seguridad a los usuarios y evitar fraudes por el extravío o el robo de tarjetas, en consonancia con las mejores prácticas internacionales.

“La introducción del uso PIN no es una decisión aislada del Banco Central. Es algo que se viene trabajando por varios años en conjunto con los bancos. Los bancos voluntariamente han introducido el PIN en las tarjetas de débito y crédito (...) Esto no es una ocurrencia de último momento, es algo que se ha venido discutiendo con los bancos”, afirmó Rodrigo Cubero, presidente del emisor, al cierre de un taller virtual, el pasado 21 de enero.

La aplicación de la medida ha tardado más de lo esperado por el Central. Inicialmente, la entidad pretendía que el proceso arrancara 1. ° de febrero y que los bancos tuvieran hasta el 31 de octubre para afinar sus sistemas de pago.

Efecto sanitario

El BCCR y los comerciantes sí coinciden en que la utilización del PIN para las transacciones más altas es un mecanismo más seguro, sanitariamente hablando, para todas las partes involucradas.

Actualmente, las transacciones por montos mayores a ¢30.000 suponen la presentación por parte del usuario de su documento de identidad y de la propia tarjeta con que realiza el pago. Además, el comercio debe brindar un un lapicero, para la realización de una firma física de un voucher.

“En términos de la salud pública, que el cliente digite por sí solo el PIN en el datáfono es más conveniente para toda la población”, reconoció la Cámara de Comercio, en vista de que “no habrá intercambio físico de documentos”.

A pesar de esto, la Asociación Bancaria Costarricense ha criticado la medida. Entre sus cuestionamientos están que podría fomentar el uso de otros medios de pago o disminuir la trazabilidad de operaciones.

El Banco Central estima que en Costa Rica se realizan unas 2.000 millones de transacciones anuales, de las cuales una mitad se realizan por medios electrónicos y la otra mitad a través de efectivo.

Las estimaciones las brindó Carlos Melegatti, director de la División de Sistemas de Pago Banco Central de Costa, en una entrevista con El Financiero en noviembre pasado; con base en estudios generales realizados antes de la pandemia de la covid-19.