Bajón económico y precios altos hacen al consumidor tico un cazador de ofertas

Ocho de cada 10 persona consideran que el dinero les alcanza menos que hace un año y el 62,3% cree que la economía de Costa Rica está mal, según datos del estudio Perfil del Consumidor 2018

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La difícil situación económica que enfrenta Costa Rica y la percepción de que los precios de los bienes y servicios son altos provocaron que los consumidores se conviertan en verdaderos cazadores de ofertas.

Siete de cada diez personas prefieren buscar ofertas en los comercios para definir su decisión de compra y esto se relaciona con el hecho de que el 83,1% de los consumidores nacionales afirma que el precio de los bienes y servicios se convirtió en un elemento muy importante antes de gastar dinero.

Los datos de desprenden del sétimo estudio Perfil del Consumidor 2018 del periódico El Financiero, elaborado por la firma White Rabbit - Saachit & Saachit y presentado este martes 25 de setiembre.

Juan Bernárdez, investigador encargado de presentar el estudio, explicó que la percepción de los consumidores en Costa Rica cambió por completo y esto se debe, principalmente, a cambios en la situación económica del país.

“El consumidor de hace dos años cambió por completo, los hábitos de consumo cambiaron”, señaló Bernárdez.

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La percepción sobre la economía del país no es nada halagüeña. Ocho de cada diez consumidores costarricense consideran que el dinero les alcanza menos que hace un año y, en la misma proporción, los compradores ticos creen que no es un buen momento para gastar o invertir dinero. Son más cautos.

“La economía está conformada por las percepciones de la gente y las percepciones de la gente terminan por definir el comportamiento de la economía. Es un círculo vicioso”, señaló el investigador.

Aunado a esta afirmación, cabe destacar que Costa Rica enfrenta un creciente déficit fiscal que llegará al 7,2% del producto interno bruto (PIB) al final del 2018, esta brecha entre ingresos y gastos del Gobierno genera presiones sobre las tasas de interés en colones y crea un ambiente de incertidumbre para la economía doméstica.

La discusión de la reforma fiscal, el menor ritmo de crecimiento económico del país y la inestabilidad en el tipo de cambio del dólar son señales que contribuyen la creación de un ecosistema de inestabilidad en los compradores nacionales y esto se traslada directamente a los hábitos de consumo de las personas.

El estudio coloca a las mujeres como el “fusible de la desaceleración económica” del país.

Los resultados de la investigación demuestran que las mujeres tienen una percepción más negativa sobre la economía nacional, también tienen una conducta más cauta antes de comprar, creen que el dinero no alcanza y tienen más ingresos ocupados en gastos fijos.

A cazar ofertas

Existen muchas razones por las cuales los consumidores se convierten en cazadores de ofertas, pero la mayoría de las explicaciones están relacionadas con buscar mejores precios en tiempos difíciles para la economía nacional.

Los resultados del estudio muestran que el 59,8% de los consumidores tienen una tendencia psicográfica hacia el ahorro, es decir, prefieren buscar productos y servicios que les cuesten menos dinero.

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Por esa razón, seis de cada diez compradores tienen una apertura o tendencia a probar nuevas marcas que seguramente son más baratas respecto a las que han utilizado históricamente.

En este apartado, las mujeres son mucho más innovadoras para buscar y probar nuevas marcas en comparación con los hombres, quienes son más fieles.

El 83,1% de los consumidores consideran que el precio de los bienes o servicios es un elemento muy importante para tomar la decisión, y tres de cada diez cree que el precio es lo más importante antes de comprar.

“Esas tres personas que ponen el precio como el elemento más importante, son las personas que están en una situación económica mucho más complicada y con menores ingresos respecto a los demás”, señaló Bernárdez.

Solamente uno de cada diez consumidores nacionales afirman que los productos o servicios hacen algo para ayudar a mejorar su situación económica personal o familiar.

Por esa razón, el 70% de los compradores tomará medidas para el próximo año y piensa variar su cantidad de consumo.

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Las marcas irreemplazables

Pese a que la economía del país no crece al ritmo deseado, el dinero alcanza menos cada año y las personas deciden buscar cosas más baratas, hay algunas marcas que los consumidores no están dispuestos a reemplazar.

Netflix, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), la Universidad de Costa Rica (UCR), los productos Kimby y los seguros del Instituto Nacional de Seguros (INS), son algunas de las marcas que los consumidores nacionales no piensan cambiar.

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De acuerdo con Bernárdez, las personas siempre buscan un punto de balance entre las marcas de productos y servicios que pueden reemplazar para reducir sus gastos y aquellas que no va a cambiar porque representan un cambio en su percepción social, económica y personal.

“Los compradores siempre van a buscar cambiar la ecuación de valor, es esa evaluación personal entre lo que puedo gastar y lo que me ofrece ese producto o servicio. Las personas siempre van a poner en la balanza diferentes elementos como lo que quieren y lo que necesitan”, apuntó el investigador.

El Perfil del Consumidor 2018 consta de dos investigaciones. La primera está enfocada en categorías de consumo como (transporte público, bebidas, alimentos, seguros, etc.), con una muestra de 800 personas, un nivel confianza del 95% y un margen de error de 3,5% hacia arriba o hacia abajo.

El segundo estudio está desarrollado en marcas de productos y servicios, con una muestra de 6.038 personas, un nivel de confianza del 95% y un margen de error 1,4% hacia ambos lados.