Los bancos que ofrecen el servicio de datáfonos en Costa Rica progresan a diferentes velocidades en la actualización de los 175.000 dispositivos de pago, para permitir a los clientes digitar el PIN de sus tarjetas en compras mayores a ¢50.000.
Según datos suministrados por el Banco Central de Costa Rica (BCCR), a la fecha se actualizaron 75.000 datáfonos para incluir esta funcionalidad del PIN, es decir, apenas 43% del total. Actualmente, faltan alrededor de 100.000 terminales por actualizar en lo que queda de este año.
Seis bancos que dan este servicio de datáfonos confirmaron que se encuentran en el proceso de la actualización de las terminales, aunque hay variaciones significativas en su progreso. Se trata del Banco Nacional, Banco de Costa Rica (BCR), BAC Credomatic, Banco Promerica, Davivienda y Scotiabank.
Laura Moreno, vicepresidenta de Relaciones Corporativas de BAC, afirmó que la actualización del software en las terminales está al 72%, y que siguen trabajando para cumplir en el plazo establecido. La fase del cambio de llaves en el dispositivo ya se completó.
Edwin Céspedes, director de Medios de Pago de Davivienda, informó que alcanzaron el 43% en el proceso de actualización, que comenzó en agosto del 2023. La entidad financiera prevé culminar con el procedimiento el próximo 15 de diciembre.
Carlos Armijo, gerente de Desarrollo de Servicios Empresariales, y Bernal Alfaro, gerente de Medios de Pago de Promerica, aseguraron que comenzaron el proceso en el 2021 y todavía continúan con la preparación de sus sistemas y dispositivos.
Por su parte, el BCR inició con el proceso de actualización remota de sus terminales de pago el pasado 21 de setiembre y se realizará de forma paulatina hasta diciembre. Este procedimiento de digitar el PIN sustituirá la presentación de firmas o cédulas de identidad para pagos superiores a ¢50.000, según detallaron en un comunicado dirigido a sus clientes.
En el caso del Banco Nacional, la subgerencia general de Operaciones confirmó que la actualización de los datáfonos dará inicio en noviembre. Mientras tanto, en Scotiabank, la entidad financiera aseguró que todavía se encuentran en el proceso de actualizarlos.
Esta última entidad aseguró que avanzan según el calendario propuesto, en el cual se incluye la programación de los equipos en los puntos de venta, los ajustes necesarios en sus sistemas y la capacitación a los comercios. Sin embargo, no brindaron el porcentaje de avance en la actualización.
De acuerdo con el Reglamento del Sistema de Tarjetas de Pago del Banco Central de Costa Rica (BCCR), el 31 de diciembre del 2023 es la fecha límite para que los adquirentes cumplan con la autenticación del cliente mediante el PIN, para pagos superiores a ¢50.000. Estas seis entidades prevén cumplir con la obligación dentro del plazo.
El PIN (Personal Identification Number) es un código de cuatro dígitos, el mismo que se utiliza en los cajeros automáticos para transacciones como el retiro de efectivo, y que ahora se requiere para hacer compras superiores a ¢50.000, según las regulaciones del Banco Central.
Ese fue el monto máximo de pago rápido definido por el Banco Central, por lo que en todas las compras superiores a esa cifra, o su equivalente en dólares, el cliente bancario deberá digitar la clave. Previamente, la autoridad monetaria había impulsado un piso de ¢30.000 para el trámite, pero finalmente se inclinó por elevarlo, en diciembre del 2022.
¿Qué pasa si no tengo el PIN?
Si un cliente no tiene su PIN disponible al momento de hacer una compra, puede solicitarlo a su banco. Muchas entidades ofrecen la opción de gestionar el número por medio de aplicaciones móviles, plataformas de banca en línea, cajeros automáticos o sucursales.
Según las regulaciones del Banco Central, las entidades deben proporcionar este servicio de forma gratuita en canales como la banca en línea, banca móvil y cajeros automáticos propios. Sin embargo, podrían cobrar si se realiza en plataformas presenciales o cajeros automáticos operados por terceros.
Los comercios deben tener los dispositivos de pago al alcance de la mano de los clientes. Según el Reglamento del Sistema de Tarjetas de Pago, el objetivo de esto es que la persona pueda realizar la compra por sí misma, con la funcionalidad de pago sin contacto, y sin desprenderse de su tarjeta.
¿Debo cambiar mis tarjetas?
Para asegurar que el proceso de solicitud del PIN funcione en compras superiores a ¢50.000, la tarjeta bancaria del cliente debe ofrecer esta funcionalidad. Los bancos han estado actualizando las tarjetas de sus clientes para incluir esta característica, que se complementa con el ajuste al datáfono.
En el Banco Nacional, las tarjetas emitidas a partir de abril del 2021, es decir, 95% del total, ya tienen integrada esa característica. La entidad destacó que el cambio no es necesario para aquellos clientes que tengan tarjetas emitidas en fechas previas; sin embargo, si la persona desea incorporar dicha funcionalidad, lo puede hacer.
En el caso de Davivienda, empezó la actualización de sus tarjetas de débito y crédito desde el 2020, por lo que todos los plásticos emitidos desde entonces, y que se encuentran en circulación, permiten la solicitud de PIN. En las renovaciones es cuando se realiza el cambio, para los casos de tarjetas emitidas previo al 2020.
Por su parte, BAC Credomatic indicó que las tarjetas emitidas antes del 1.º de julio del 2022 no tienen activa la funcionalidad del PIN, y se mantendrán así hasta su fecha natural de vencimiento. Posteriormente, cuando se genere la renovación del plástico, ya sea por el proceso natural o por solicitud de renovación anticipada del cliente, la nueva tarjeta tendrá la funcionalidad.
En tanto, en Promerica y Scotiabank aseguraron que todas las tarjetas, tanto de débito como de crédito que emiten, y que circulan actualmente, tienen habilitada la funcionalidad de PIN en línea para hacer los pagos en los comercios cuando así lo requieran.
Según estadísticas trimestrales del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), hasta abril del 2023, había un total de 9.154.277 tarjetas en circulación en Costa Rica, de las cuales 6.360.301 eran de débito y las 2.793.976 restantes eran de crédito.