En el 2019, en una finca ubicada en Pococí de Limón, la cooperativa Coopedragón Fruit Farm comenzó el cultivo de una de las frutas más coloridas que se encuentran en Costa Rica, la pitahaya. Desde el mes de mayo y hasta noviembre estarán recolectando la primera cosecha con la mira puesta más allá de las fronteras nacionales.
La meta es penetrar en el mercado estadounidense en el corto plazo y, posteriormente, hacer envíos de sus productos hasta países europeos; para aumentar el valor de la fruta que se caracteriza por sus avivados colores, la cooperativa la someterá a un proceso de deshidratación para un mejor aprovechamiento y consumo.
La proyección es una cosecha de hasta 8.000 kilos durante el año. Sobre el precio en el mercado, según datos brindados por la cooperativa, el kilo de esta fruta fresca tiene un costo aproximado de ¢2.500, sin embargo, deshidratada puede alcanzar hasta los ¢50.000.
Si bien la meta está puesta en mercados extranjeros, Coopedragón también quiere que los costarricenses se acerquen más a la fruta y conozcan las características nutricionales y de sabor que la envuelven. Para ello, puso a disposición del mercado local la marca de pitahaya deshidratada Frutibay, que se distribuirá en establecimientos como supermercados, hoteles, restaurantes, entre otros, con precios que van desde los ¢2.000.
“Llegará al consumidor final en presentaciones individuales, garantizando a los 15 productores limonenses que su cosecha tenga un consumo total, es decir, sin pérdidas de la fruta”, aseguró el gerente de Coopedragón, Alfredo Suárez, quien junto a su hijo, Óscar, forman parte de la cooperativa que cuenta con 15 asociados asociados más y beneficia de forma indirecta a más de 130 personas.
Además, del valor agregado que buscan dar a la pitahaya por medio de su deshidratación, los productos de Coopedragón quieren diferenciarse por aplicar prácticas sostenibles con el medio ambiente. Entre las acciones están la introducción de abejas para la polinización de la cosecha así como la reciente reutilización de más de 1.000 llantas de motocicleta para sostener los cultivos, que crecen en forma de enredadera.
“También estamos en una línea ahorita de crear una biofábrica en la finca, estamos por hacer el biofertilizante, que es materia orgánica muerta, para fertilizar el cultivo, estamos alejados de utilizar productos en la finca”, explicó Óscar Suárez.
Asimismo, señaló que una de las partes más difíciles para el desarrollo del proyecto fue el financiamiento, pues para el cultivo de la pitahaya, además del terreno y la mano de obra, se necesita de otros materiales como postes de cemento que sostienen el cultivo.
Por esto, la cooperativa buscó apoyo económico del Fondo Nacional de Autogestión del Instituto Nacional de Fomento Cooperativo (Infocoop) y de la Comisión Permanente de Cooperativas de Autogestión (CPCA). En total, se obtuvo un financiamiento de ¢350 millones, que fueron invertidos en la compra de 210 hectáreas de terreno y maquinaria para la fase de deshidratación de la fruta.
William Esquivel, gerente del departamento de Financiamiento de Infocoop, explicó que la CPCA decidió apoyar el plan de reconversión productiva a raíz de su objetivo de promover el redireccionamiento de las cooperativas hacia negocios rentables inclusivos, innovadores y con potencial de crecimiento.
Exportaciones de pitahaya
Las exportaciones de pitahaya costarricense aún son incipientes. En el 2021, solo se colocaron en el extranjero 1,6 toneladas de la fruta, principalmente en América del Norte, según las cifras del portal estadístico de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer).
No obstante, una alerta comercial de la Promotora publicada en el 2021, reflejaba que el interés por la fruta en mercados europeos como el español está presente, pues importan anualmente una importante cifra en frutas exóticas proporcionadas por el continente americano.
Asimismo, desde Costa Rica también se exportan productos derivados como mermeladas y salsas, por medio de empresas como Patica Products. Una nota de este medio de comunicación publicada el 22 de mayo anterior, señala que al inicio el emprendimiento se enfrentó a diversos obstáculos, principalmente al desconocimiento que existía en el país sobre el cultivo de la pitahaya.
Con esto coincide Suárez, quien explicó que aunque es una fruta de la región, aún es poca la gente que la conoce y sabe de sus beneficios nutricionales, que incluyen un alto poder antioxidante, pues es rica en polifenoles, vitaminas y minerales.