Adaptar a los animales a suplementos alimenticios baratos, elaborar pacas de heno o silos de bajo costo, establecer bancos forrajeros energéticos y proteicos, y promover la construcción de comederos, bebederos y saladeros en las fincas, son parte de las recomendaciones que hizo el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) al sector ganadero del país.
Para los agricultores, el MAG recomendó cultivar en la época recomendada y con semillas de calidad, dar el manejo adecuado a las plantaciones, usar riego por goteo y no dejar el suelo descubierto.
Las sugerencias las lanzó la entidad este martes ante la eventualidad de que durante el segundo semestre del año se desarrolle el fenómeno denominado El Niño.
Según el ministerio, la mayoría de los modelos coinciden en que partir de mayo existe una probabilidad superior al 50% de que se desarrolle ese fenómeno hidrometeorológico.
"El eventual desarrollo del fenómeno El Niño provocaría una mayor vulnerabilidad en la próxima estación lluviosa, la cual tendrá una precipitación deficitaria a lo largo de la costa Pacífica y el Valle Central", advirtió Erick Quirós, subdirector de la Secretaría Ejecutiva de Planificación Sectorial Agropecuaria.
Quirós dijo que la situación se produciría porque los veranillos podrían ser más prolongados que lo normal, la distribución de las lluvias sería irregular y la salida de la estación lluviosa prematura.
"En la vertiente del Caribe se puede presentar un aumento en las lluvias especialmente en mayo, julio y diciembre", precisó el funcionario.
Entre otras de las medidas que se piden tomar destacan: fertilizar los forrajes de piso y corta, así como mantener animales más susceptibles al verano en potreros con mejores aguas o en corrales con agua durante todo el día y sacarlos del corral a pastorear en la noche.
Mientras que a los agricultores también les sugiere controlar las malezas, plagas y enfermedades.
Quirós asegura que El Niño afectaría la disponibilidad de agua, reduciendo la producción y calidad de los cultivos, y provocando un aumento en la incidencia de plagas y enfermedades.
En tanto, con el evento, el sector ganadero disminuiría la disponibilidad de forrajes y aumentaría la mortalidad. Además, deterioraría el índice de productividad, dentro de lo que cuentan fertilidad, peso y edad de matanza.