La Asociación Bancaria Costarricense (ABC) solicitó ayer a los diputados de la Comisión de Asuntos Hacendarios eximir del impuesto a las remesas a los bancos supervisados del país que soliciten recursos a organismos internacionales o entidades extranjeras.
Esta Comisión analiza el proyecto de ley de reforma fiscal, el cual establece un impuesto de 15% sobre las remesas, que tendrían que pagar las entidades con base en los intereses de los créditos que contraten con organismos financieros externos.
El presidente de la ABC, Franco Naranjo, justificó que podría existir una doble imposición porque las rentas generadas sobre esos recursos están gravadas en Costa Rica, y porque podría desincentivar dichos préstamos a bancos locales.
Naranjo dijo que están de acuerdo en que el impuesto se aplique a bancos extranjeros que ofrecen recursos aquí, y que no están supervisados, ni domiciliados en el país.
La otra preocupación de la ABC es el incremento en el impuesto sobre los intereses que pagan a los ahorrantes, del 8% al 15%.
Entre los temas en los cuales mostraron su apoyo, se encuentran el mecanismo que propone el plan para que las entidades calculen el impuesto a las utilidades, pues brinda seguridad jurídica, y en que todos los agentes paguen.
Sobre este aspecto, Naranjo aclaró que a nivel “macro” están de acuerdo en que todos paguen, pero que la ABC no es la entidad indicada para decir cuáles instituciones deben tener tratos diferenciados.
A la ABC pertenecen los bancos Nacional, Costa Rica y Popular, nueve bancos privados y uno regional: el Banco Centroamericano de Integración Económica.