Además de agilizar una serie de investigaciones que estaban varadas en el Ministerio Público, la fiscala general, Emilia Navas, quiere imprimir otros cambios. Uno de ellos, dijo, será asegurar que el nombramiento de los funcionarios sea por idoneidad y no por amiguismo y argolla.
Navas, quien cumple cuatro meses en el cargo, aunque solo uno de ellos en propiedad, es cautelosa cuando se le pregunta si en el pasado se nombró a los fiscales por amiguismo, pero garantiza que no ha ocurrido en su gestión ni ocurrirá en el futuro.
LEA MÁS: Personajes del 2017: Emilia Navas, la fuerza que estremece al poder