¿Vive usted con un ‘grinch’? ¡No lo fuerce a estar feliz en esta época!

Esta Navidad es particular, por eso, si hay personas que no disfrutan de las fiestas ni siquiera en su núcleo más cercano, o que este año prefieren no hacerlo, respete su decisión y déjelas participar en lo que se sientan cómodas

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este año ha sido diferente para todos, pero para algunas personas ha sido más difícil aún: enfermedades, pérdida de su trabajo u reducción de jornadas, muertes, separaciones, duelos más complicados de vivir porque no hay tanta cercanía física como quisiéramos.

Las fiestas navideñas son igual de particulares este año. El ambiente se siente diferente, las formas de reunión cambian, la virtualidad nos tiene agotados.

Sin embargo, siempre está esa concepción de la época que invita a ser feliz, a estar alegres, a perdonar todo y a preparar un “borrón y cuenta nueva” a la espera del año venidero.

Sí, hay personas que nunca han disfrutado de las fiestas y reuniones navideñas, pero posiblemente este año esa cantidad aumente. Habrá quienes insistan en que es una celebración consumista, o quienes no se sientan bien de estar con más personas alrededor, aunque sea dentro de su propia “burbuja social” o núcleo familiar.

Popularmente se les conoce como grinchs, en alusión al personaje que intentó robarse la Navidad. Incluso, hay quienes lo toman a broma y se autodenominan así.

“Estar triste en Navidad no es lo mismo que ser un grinch, son manifestaciones que pueden parecerse, pero el trasfondo puede cambiar, en todo caso. Quien vive duelos se siente dolido al ver la alegría alrededor, y, aunque nadie se lo diga, puede experimentar presión social de sentirse feliz”, señaló el psicólogo Ángel Luis Guillén.

“Un grinch no se siente triste ante la Navidad, más bien lo enoja, le incomoda, se siente mal. No quiere ver a la gente celebrando, lo siente forzado e hipócrita. Esto también puede venir de duelos o tristezas, pero su mecánica es distinta. En cualquier caso, debemos ser compasivos, y más hoy, 2020 no es un año como ningún otro que hayamos vivido”, agregó.

El tener gente muy amante de las fiestas y feliz a su alrededor también hace más difíciles estas festividades para los grinchs.

Un estudio de la Universidad del Sur de California, publicado en el 2002 en la revista Psychiatric services, señaló: “Los efectos de las dificultades de la vida evocan un sentido más doloroso cuando alrededor hay alegría y felicidad de los demás”.

Lo más importante, según el especialista, es que las personas no se sientan forzadas a integrarse y puedan hacerlo a su modo. Está bien pedirles que participen de la preparación de platillos navideños o que compartan ese momento con su burbuja o familia hasta donde quieran, pero no los fuerce a escuchar villancicos, ver películas de la época o ponerse un suéter navideño.

Combatir a los ‘grinchs’

Si usted está del otro lado de la balanza y más bien espera estos días con ansias, no deje que los grinchs a su alrededor le roben la Navidad.

Puede ser que usted deba enfrentase con caras largas, quejas o que lo tachen de consumista.

“No le haga caso a esas actitudes. Respete a la persona si no quiere participar, pero también que esa otra persona lo respete a usted. Si usted quiere ponerse un suéter navideño y diadema de duende y cantar villancicos mientras camina, ¡hágalo! Muchos estamos esperando estas fiestas para sentir algo de alegría en medio de un 2020 tan convulso”, dijo Guillén.

¿Y si soy yo el que no quiere nada con Navidad?

¿Y qué pasa si usted más bien es quien no gusta para nada de estas fechas?

Lo primero, según Guillén, es que usted no se obligue a sí mismo si no le nace estar en actividades navideñas, pero tampoco pretenda que los demás deben estar como usted. Respete la felicidad o “euforia” navideña de las otras personas, aunque no la comparta.

“Tenga en cuenta que es algo temporal. Esto va a pasar en cuestión de un par de semanas”, señaló el psicólogo.

Otra opción también es buscar hacer lo que le gusta, puede proponer juegos de mesa o actividades no alusivas a la Navidad para compartir en ese momento.

También se aconseja buscar, durante estos días, momentos para estar solo haciendo actividades que le agraden.

“La cena navideña con sus papás y hermanos tal vez es algo en lo que usted deba estar, aproveche ese momento con ellos, fíjese en la compañía y no en la ocasión. Los otros días también puede disfrutar de estar tiempo con usted mismo y enfocarse en lo que le gusta”, concluyó.