El uso de vapeadores y de cigarrillos electrónicos comienza a edades tan tempranas como los 10 años, situación que puede ser perjudicial para el desarrollo y salud de los menores, advirtió la mañana de este 4 de abril el Colegio de Profesionales en Orientación.
El vapeo es una práctica que se caracteriza por la inhalación de un vapor caliente en forma de aerosol a través de dispositivos que son llamativos en forma y color, y que tienen aromas y sabores artificiales atractivos.
Zeanne González Palacios, representante del Colegio de Profesionales en Orientación y quien también es funcionaria del Instituto de Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), afirmó que los vapeadores son fáciles de ingresar de manera oculta a los hogares o centros educativos, ya que por su aspecto se pueden confundir con objetos como lapiceros, marcadores o llaves maya.
“La industria tabacalera ha utilizado la mercadotecnia a su favor y ha logrado atraer a las personas menores de edad al uso de vapeadores mediante tecnología, diseños con colores juveniles y con diversos aromas y sabores artificiales”, manifestó.
Además, la VI Encuesta Nacional sobre Consumo de Sustancias Psicoactivas en Población de Estudiantes de Educación Secundaria en Costa Rica 2023, determinó que el 13,1% de los estudiantes admitieron haber utilizado vapeadores alguna vez.
El Colegio recomendó a las familias y docentes informarse y establecer una comunicación preventiva, conversando de manera abierta y natural sobre la importancia de mantener hábitos saludables.
Si se detecta consumo en una persona menor de edad, se sugiere evitar satanizar o minimizar la situación. Se debe contactar de inmediato a especialistas del IAFA o la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), con el fin de obtener la valoración y la atención respectiva.
El peligro en la adolescencia
En la niñez y adolescencia es cuando los vapeadores pueden ser más agresivos. En una entrevista anterior, Jean Carlo Córdoba Navarrete, doctor en Salud Pública quien ha investigado el efecto de los vapeadores, comentó que hay dos razones por las cuales, cuanto más joven es la persona, mayor será su vulnerabilidad a los efectos del vapeo.
La primera está relacionada con el desarrollo de adicción. Este puede ser mayor si los primeros contactos con la sustancia se tienen antes de los 27 años. Esta es la edad en la que el cerebro termina de desarrollarse, antes de esto, es más proclive a las adicciones.
El otro problema está en los males respiratorios. En el ser humano, los pulmones están diseñados para intercambiar oxígeno y dióxido de carbono. Darles otras sustancias puede afectar su funcionamiento. Además, en los niños y jóvenes su peso, estatura y nivel de desarrollo hacen que la misma concentración de sustancias puedan causar más daño que en un adulto.
En Costa Rica, la CCSS ya atendió a un joven de 16 años con la enfermedad pulmonar asociada al vapeo (Evali, por sus siglas en inglés). Él estuvo durante 29 días en cuidados intensivos y requirió ventilación asistida.
Las personas con Evali pueden registrar síntomas como dificultad para respirar, tos, dolor en el pecho, respiración acelerada, flemas con sangre, taquicardia, fiebre, sensación de resfrío o fatiga y/o síntomas gastrointestinales como náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal.