Dos sextillizos todavía requieren ayuda para respirar

Su pronóstico ‘es reservado’; médicos temen infecciones y luchan por evitarlas

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Valentina y Gabriel González Villegas son los dos únicos sobrevivientes de la camada de seis nacida el domingo 17 de mayo en el Hospital México.

Su hermano Tomás, quien desde hace unas semanas tenía una hemorragia intracraneal, sucumbió durante la madrugada del lunes a causa de una infección, confirmó, ayer, a La Nación la doctora Olga Arguedas Arguedas, directora del Hospital Nacional de Niños (HNN).

Los otros dos bebés se encuentran aún en cuidados intensivos y conectados a una máquina que les permite respirar, pues no están preparados para hacerlo por sí solos.

Valentina está internada en el Hospital de la Mujer, y Gabriel, en el Hospital de Niños.

Ambos afrontan los problemas propios de bebés prematuros extremos, los mismos que llevaron a la muerte a sus hermanos Emma, Andrés y Diego, explicó Jaime Lazo, jefe de la Unidad de Cuidado Intensivo Neonatal del HNN.

Según reconocen los médicos de ambos centros médicos, la condición actual de Valentina y Gabriel es delicada, debido al extremo bajo peso que tuvieron al nacer (menos de 1.000 gramos) y a su prematuridad (nacieron en la semana 27 de gestación). Por ello, niños en condición de prematuridad tienen más riesgos para su salud por no tener sus órganos la madurez necesaria.

Por ejemplo, Gabriel, el último en nacer, se encuentra en el HNN “muy grave”, expresó Arguedas.

“Actualmente, Gabriel está con problemas respiratorios, está con una ventilación especial. Ha necesitado mucha intervención médica”, añadió la especialista.

Al nacer, este niño fue el que enfrentó las condiciones más adversas: no lloró, no se movió, no respiraba y su ritmo cardíaco era muy débil.

Estable. Por su parte, Valentina se halla “estable”, lo que no quiere decir que esté fuera de peligro. Según la doctora Alicia Boza, del Hospital de la Mujer, “ella está conectada con respiración asistida. Está comiendo, vía oral, leche de la mamá. No recibe ninguna sustancia ni tiene otros medicamentos, aparte de los antibióticos”.

Boza explicó que en niños prematuros, son comunes estas infecciones. La doctora considera muy arriesgado hablar del futuro de estos bebés, debido a que tienen muy bajo peso y están conectados a muchos aparatos.

Al estar tan intervenidos, son más vulnerables a gérmenes no usuales, e incluso a la infección intrahospitalaria.

“Todavía ambos están en las etapas más críticas, en las cuales se pueden presentar complicaciones diversas”, añadió la doctora Boza.

Es posible que estos niños se mantengan internados durante dos o tres meses más, mientras suben de peso y mejora su estado de salud.

Ante los fallecimientos de los cuatro bebés, los familiares piden la lejanía de la prensa.