Sequía en el Chirripó baja caudal del río Talari

Este río abastece las instalaciones usadas por turistas y guardaparques

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En el Parque Nacional Chirripó, conocido como la “Tierra de las aguas eternas”, las autoridades están preocupadas por la falta de lluvia.

No solo los guardaparques y guías de esta área de conservación perciben tal caída en las precipitaciones, también se manifiesta en una reducción significativa del caudal del río Talari.

“En la parte alta del Chirripó, siempre ha ocurrido que, en época seca, los caudales de agua disminuyen debido a la falta de lluvias. Si bien eso reduce la disponibilidad (de agua), nunca había provocado que el río Talari se secara casi por completo”, explicó Bernal Valderramos, director del parque.

Este cuerpo de agua nace en el llamado valle de los Conejos y recorre el valle de los Crestones, sitio donde se ubica el albergue para turistas. El agua que utilizan los funcionarios y la que requieren los viajeros se obtiene, primordialmente, de este río. Dicho caudal también se emplea para generar energía hidroeléctrica.

Esta área, que alberga a dos de los cerros más altos del país (Chirripó y Ventisqueros) es visitada por al menos 7.000 turistas nacionales y extranjeros cada año. El grueso de ellos se hospeda ahí durante un promedio de tres días.

Si persiste la merma de lluvias, se produciría el cierre del parque y esto afectaría la economía local y el desarrollo de los pueblos vecinos. “Ha sido muy prolongado el tiempo que llevamos sin lluvia. Esto se hace muy evidente en la operación de la planta hidroeléctrica, que estuvo sin funcionar la mayor parte del 2013”, detalló Valderramos.

“La sequía ha hecho que debamos tomar medidas como identificar nuevos puntos de captación de agua en los sectores del río Talari que no se han secado del todo, así como modificar el sistema de acueducto y la implementación de reservorios de agua para atender la demanda turística y operativa del parque”, agregó.

Los funcionarios han mostrado su preocupación por el efecto que la reducción de las lluvias pueda tener en los ecosistemas del parque, pero reconocen que no hay investigaciones en curso sobre el tema.

“Por observación, sí fue posible determinar hace poco la muerte de las conocidas truchas arcoíris ( Oncorhynchus mykis s) . Si bien es una especie exótica (de Norteamérica), ya se encuentra establecida como parte del ecosistema dulceacuícola del parque”, apuntó el director.

A la espera de cifras. Para confirmar la percepción de los guardaparques, La Nación consultó al Instituto Meteorológico Nacional (IMN), el cual hace más de 10 años tiene una estación científica en Los Crestones.

La comparación de los datos de precipitaciones totales por mes de enero y febrero del 2013 con enero y febrero del 2014 (información obtenida ayer) no permite aún cuantificar la baja en las lluvias porque faltan los datos de marzo, abril y mayo, que se están procesando en este momento. No obstante, la preocupación por la baja en las precipitaciones no es nueva.

Un reporte del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (Catie) alertó de que, para el 2040, Costa Rica experimentará un aumento en la temperatura del aire y presentará variaciones en los patrones de lluvias debido al cambio climático.

Tales alteraciones bajarán los reservorios de agua de las áreas protegidas hasta en un 85% para el período 2070-2099.