Sala IV ordena al Ministerio de Agricultura realizar estudios sobre impacto de agroquímicos en abejas

Investigación se enfocaría sobre el efecto que los neonicotinoides tienen sobre estos insectos, de gran importancia para la seguridad alimentaria del planeta, debido a su papel como polinizadores de cultivos

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El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) tendrá que realizar un estudio científico con respecto a los efectos sobre la salud, el ambiente y las abejas productoras de miel, de los agroquímicos que contengan neonicotinoides.

Así lo ordenó este lunes la Sala Constitucional, por medio de la sentencia N° 2019-024513, la cual fue votada por unanimidad el viernes 6 de diciembre.

La medida surge a partir de un recurso de amparo, presentado por el diputado del Frente Amplio, José María Villalta, luego de que el MAG le rechazara las gestiones formuladas contra el uso de neonicotinoides en los agroquímicos.

“El estudio científico deberá hacerse en el plazo de un año –a partir de la notificación de la sentencia– y en coordinación con el Servicio Fitosanitario del Estado, el Laboratorio de Fitopatología y Biocontroladores de la Escuela de Agronomía del Instituto Tecnológico de Costa Rica y la Facultad de Ciencias Agroalimentarias de la Universidad de Costa Rica”, indica la información oficial.

En diciembre del año pasado, el legislador dijo a La Nación que presentó el recurso al considerar que el MAG no cumple con la ley ni aplica “el principio precautorio en materia ambiental, a pesar, de que existen estudios, serios, amplios y extensos, sobre el riesgo que implican los insecticidas neonicotinoides para las poblaciones de abejas”. Posición que parece compartir la Sala.

"Este Tribunal ha reconocido el riesgo que puede entrañar el uso de los plaguicidas y la trascendencia de adoptar medidas idóneas para regular su empleo. En el ordenamiento jurídico costarricense existe diversa normativa legal y reglamentaria de la que se deriva que la actividad de importación, fabricación, comercialización y empleo de los plaguicidas está fuertemente sometida a la potestad de policía del Estado, en aras de garantizar el derecho a la salud y al medio ambiente sano y ecológicamente equilibrado”, indica la resolución.

¿Qué son los neonicotinoides?

Son sustancias activas utilizadas en productos de protección de las plantas para controlar insectos dañinos, lo que significa que son insecticidas. Se caracterizan porque su química es similar a la de la nicotina.

El producto es absorbido y transportado a través de la planta (hojas, flores, raíces y tallos, así como también polen y néctar) y puede afectar el sistema nervioso central de los insectos, producir una eventual parálisis y hasta la muerte.

De ahí que la Unión Europea (UE), prohibiera el uso de tres pesticidas de este grupo: Imidacloprid, Clotianidina y Tiametoxam.

La decisión de limitar su uso en suelo europeo se sustentó en un estudio a gran escala, publicado en febrero del 2018 por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), que resultó en un incremento en el nivel de riesgo que suponen estos productos para las abejas, cuyas poblaciones se encuentran en declive.

El rol de las abejas

Las abejas juegan un importante rol en la producción de cosechas, ya que son necesarias para la propagación del polen y por lo tanto contribuyen a la reproducción de la flora. Asimismo, más del 75% de los cultivos alimentarios del mundo dependen en cierta medida de la polinización, para obtener rendimientos y calidad.

Al transportar el polen de una flor a otra, las abejas, mariposas, aves, murciélagos y otros polinizadores posibilitan y mejoran la producción de alimentos, contribuyendo así a la seguridad alimentaria y la nutrición.

Debido a este rol fundamental, el bloque de países del Viejo Continente, decidió limitar el uso de estas sustancias, a invernaderos permanentes, para evitar que las abejas entren en contacto con los químicos.

El café, las manzanas, almendras, tomates y el cacao, son algunos de los cultivos que podrían desaparecer de la mesa de muchas personas sin las abejas y otras especies polinizadoras.

De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas (ONU), estos insectos son de vital importancia, no solo porque ayudan a asegurar la abundancia de frutas, frutos secos y semillas, sino también la variedad y calidad de estos, los cuales son considerados como cruciales para la alimentación humana.

Además, contribuyen directamente a la obtención de medicamentos, biocombustibles, fibras, como el algodón y el lino, y materiales de construcción.

Sin embargo, la cantidad de especies polinizadoras, como las abejas, y su diversidad, han disminuido alrededor del mundo en las últimas décadas, como consecuencia, especialmente, de las actividades humanas.

En el 2017 la Asamblea General de la ONU, aprobó una resolución para celebrar el 20 de mayo de cada año, el Día Mundial de las Abejas. La iniciativa tiene como fin llamar la atención sobre el papel esencial que desempeñan las abejas y otros polinizadores para mantener sanas a las personas y al planeta.