Perros figuran en redes sociales para concientizar

Tienen perfiles en Facebook donde se relata su rescate y rehabilitación

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Grey, Alfredito y Peluche Francisco son tres perros fácilmente reconocibles en la calle gracias a Facebook.

Los tres tienen perfiles públicos en esta red social, y allí relatan su historia y concientizan sobre discapacidad, abandono, negligencia y maltrato.

“Esta se ha vuelto una página que concientiza. Escribo cada historia y lo que siento porque yo también he cambiado en el proceso. Al final, uno se pregunta ‘¿quién rescata a quien?’”, comentó María José Vargas, quien es rescatista y la dueña de Peluche Francisco.

En estos perfiles públicos se comparten historias de otros animales víctimas de maltrato, se anuncian actividades y se aboga por legislación.

Aunque las redes sociales son útiles, también hay que manejarlas con cuidado.

“Creo que las redes sociales han hecho que a quien antes no se le había ocurrido una idea para maltratar a un perro, ve un caso (de maltrato) y quiera repetirlo”, dijo Marcela Castro, también rescatista y dueña de Grey.

¿Existe más maltrato o es que hay una sobreexposición del tema? Para Castro, esto es algo aún por definir.

“Antes no había Facebook y la gente no se daba cuenta. Ahora, con las redes sociales, puede que la gente esté más pendiente y se está dando cuenta de qué está pasando”, manifestó Castro.

Por esa razón, Annie Loría –dueña de Alfredito – pide acompañar esta concientización a través de Internet con educación en escuelas.

“La educación es básica. Lo que dicen los estudios es que una persona que maltrata animales eventualmente va a agredir a otro ser humano. Por eso, hay que prevenir esa escalada de violencia ”, explicó Loría.

Por tal razón, estos tres perritos acompañan a sus dueñas a charlas y visitan escuelas, donde comparten su historia a fin de sensibilizar a los niños.

Grey: el rostro de una noble raza incomprendida

Casi siempre le dicen Puppy, de cariño. Cuando se porta mal, entonces la llaman por su nombre: [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20150912_0004]]Grey[[END:INLINEREF]]. Sin embargo, si el comportamiento escala a muy mal, la llaman Greynalda.

Lo cierto es que nadie se resiste a esta perrita, cuyas fotos con globos y orejas de conejo son la sensación en Facebook.

Los papás de Grey fueron rescatados durante una redada policial hace cuatro años. Según la rescatista Marcela Castro, se ignora si los perros –cuya raza es american staffordshire– eran usados para peleas o con fines reproductivos.

Lo cierto es que la hembra estaba preñada. "Cuando la mamá abrió el saquito de Puppy, yo lo que sentí fue amor a primera vista", comentó Castro, quien hoy es la dueña de Grey.

Al mes, mientras sus hermanos correteaban, la perrita no se movía. El veterinario diagnosticó que tenía un problema neurológico a consecuencia de la reproducción por consanguinidad (los papás de Grey eran hermanos).

Así fue como Puppy empezó a ir a natación y a recibir acupuntura. "A los cuatro meses empezó a dar los primeros pasitos. Era una mirrusquita en comparación con sus hermanos", contó .

Todo iba bien hasta que, en mayo de este año, Grey empezó a perder movilidad en las patas traseras. Ahora se mueve gracias a una andadera de color rosa.

"Puppy es el amor más puro que he sentido. Ella me enseña a vivir el día a día. Es superguerrera y campeona; va a todas las terapias con la mejor cara, aunque no le guste la piscina", manifestó esta mamá adoptiva.

Atención. Los gastos médicos de Grey son altos. A la semana, recibe cuatro sesiones de terapia (cada semana cuesta ¢80.000, es decir, ¢320.000 al mes) y Castro se ayuda haciendo rifas.

"Nadie pensó que iba a sobrevivir, nadie pensó que iba a caminar y lo hizo. Yo creo que saldrá de esta también", afirmó Castro.

A través del perfil en Facebook (www.facebook.com/Grey.cw), las personas siguen esas sesiones donde se ve a Grey envuelta en un paño para quitarle el frío después de la piscina.

También se le ve pasándola bien con niños a los que, por cierto, adora. Juega con ellos y corretea a su lado en la andadera.

"Ella ayuda a derribar prejuicios. Estos perros (american staffordshire) son maltratados y estigmatizados. Cuando Puppy todavía caminaba, me tocó ver a una persona en la calle alzar a un poodle solo porque Puppy era un staffordshire y eso que el poodle era más grande que ella".

Castro lleva a Grey a las escuelas para educar sobre abandono y maltrato, pero también sobre perros con necesidades especiales.

De hecho, Grey vive con otros perros que tienen problemas físicos o neurológicos. Su hermano más famoso es Pez, icono de Territorio de Zaguates. "Gracias a Pez, la gente ha ido cambiando la forma en que ve a los perritos especiales, al punto de querer adoptarlos", apuntó Castro.

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Alfredito: una dosis de amor para supertar el abandono

Nadie se imaginaría que aquel perro negro de mirada amorosa es el mismo que estaba en los huesos, con úlceras y sarna.

Ahora su pelo tiene brillo, no le falta alimento, es dueño de dos sillones donde descansa a pierna suelta y una caja de juguetes con bolas amarillas.

El rottweiler, de aproximadamente cuatro años de edad, sabe que es afortunado y lo agradece. Por eso, la figura que se refleja en su retina no es otra sino la de Annie Loría, su dueña.

Muchos conocen la historia de Alfredito por los medios de prensa. El 26 de diciembre del 2014, dos personas contactaron a Globalvia Ruta 27, concesionaria de la carretera a Caldera, porque divisaron un perro abandonado cerca de Atenas.

Estaba desnutrido, sufría de sarna y tenía una cadena que le imposibilitaba moverse; al estar siempre en una misma posición, se le hizo una úlcera.

Globalvia contactó a la organización Rescate Animal y lo llevaron a la clínica veterinaria La Vete. Allí fue donde Loría conoció a Alfredito.

"Tuvimos una química increíble", comentó Loría, quien lo visitaba semanalmente e incluso llevó a su esposo e hija a conocerlo.

Luego de tres meses de visitas, la familia decidió adoptarlo. Ya el perro lleva dos meses de vivir con ellos y aún está recuperándose. Todas las semanas va a la veterinaria, donde lo vacunan, le recetan pastillas y le tratan el problema de piel con champú especial.

Para Loría, el abandono y la negligencia son formas de maltrato tan violentas como lo puede ser un golpe.

"Cuando usted deja que un perro pierda 18 kilos de su peso normal y se le calcifique el 90% de la piel, eso no es negligencia sino maltrato, y es intencional", enfatizó la dueña del rottweiler.

Para concientizar a más personas y prevenir el maltrato, Alfredito se convirtió en el icono de Rescate Animal y por ello se comparte su historia en el perfil de la organización en:www.facebook.com/RescateAnimalCR

"Las rescatistas quieren concientizar a partir de los casos de estos animales y ahora, con las redes sociales, estos se dan a conocer desde un principio, se ve la evolución y así la gente se concientiza", comentó Loría.

La productora Flying Dreams realizó un documental sobre este caso, el cual está disponible en veterinarias. Los fondos recaudados serán destinados al rescate de otros animales en situaciones como la de Alfredito.

Para Loría, esa es solo una parte. El trabajo de concientización lo complementarán con acciones de educación dirigidas a niños.

"Junto a las muchachas de Rescate Animal, que son las tías de Alfredito, estamos planeando llevarlo a ferias de adopción, también a escuelas. Hay escuelas que llaman y lo piden. Yo entiendo lo que él es y lo que representa; esta es una causa en la que yo creo", manifestó Loría.

"Alfredito nos enseña que en el mundo existen el maltrato y la negligencia, pero se puede rehabilitar y educar a la gente para salir adelante", agregó.

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Peluche: la agresividad se cura con mucho cariño

Su nombre no es gratuito. La gente lo ve y su primer impulso es acariciarlo, algo que, ahora, Peluche Francisco permite. Mas no siempre fue así.

María José Vargas, su dueña, lo encontró detrás de una soda en las inmediaciones de la Universidad Nacional (UNA).

"Era superagresivo, no me dejaba acercarme. Los oficiales de seguridad me decían que era muy agresivo", contó Vargas, quien en ese momento era estudiante y a quien Peluche acompañó en su graduación.

El zaguate, de aproximadamente ocho años de edad, era usado para entrenar perros de pelea y la agresividad se constituyó en su mecanismo de defensa. "Con el tiempo, fui percatándome de las cicatrices; la más evidente es la oreja despedazada", relató Vargas.

Lejos de darse por vencida, la joven siguió alimentándolo y tratando de acercársele. "Aquí la gente no lo sabía tratar. Al ser un perro agresivo, ¿qué esperás? Pues que te peguen una patada, te tiren un poco de agua y eso era lo que hacían. Decidí cambiar la técnica y darle amor", dijo.

Así fue como el perro empezó a ver que no todas las personas eran violentas. "Yo usaba mis pies para jugar con él. Así les perdió el miedo y vio que estos no solo están para dar patadas".

Peluche también empezó a socializar con otros perros, al punto que hoy es el líder de la manada. Pasa sus días en compañía de Chato y Milo Antonio.

"Ha sido un proceso. Yo lo veo a él muy cambiado; le gustan más los chiquitos, ya no pelea, le encanta jugar y correr, tira las patas... El cambio es increíble. Yo sé que lo ponían a pelear, pero verlo ahora... Para mí, él es un ganador y representa a todos esos perros que son víctimas de maltrato y abandono", destacó Vargas.

Peluche Francisco se convirtió en celebridad criolla de Internet cuando participó en un concurso organizado por la marca Ascan en el 2012, el cual regalaba un año de alimento al ganador y Vargas vio en esto una oportunidad, ya que su presupuesto de estudiante era limitado y ella daba de comer a otros perritos.

"Se me ocurrió hacerle un perfil de Facebook (www.facebook.com/PelucheFrancisco) y la gente se enamoró. Así se inició la Peluchemanía: la gente empezó a conocerlo, a compartir la información y hasta le hicieron volantes para el concurso", manifestó Vargas.

Peluche Francisco ganó el concurso y poco tiempo después, una maestra los invitó a la escuela. "Subí las fotos a Facebook y ya después, todas las escuelas lo empezaron a invitar", recordó.

Hoy, Vargas y los perros de la llamada manada UNA visitan escuelas, dan charlas y usan las redes sociales para educar.

De hecho, la UNA conformó una comisión para atender a los perritos que viven en su campus.

"La tasa de desempleo en el país es muy alta y yo estoy en ella, pero a ellos nunca les ha faltado nada", dijo Vargas.