La gestión ambiental es más que manejo de residuos sólidos

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

De 81 municipalidades en Costa Rica, solo las de Desamparados y Santa Ana obtuvieron un “avance satisfactorio” al cumplir la normativa básica para la gestión ambiental, según el Informe Estado de la Nación .

Aunque uno de los criterios utilizados por el estudio fue el cumplimiento de la Ley de Gestión Integral de Residuos (GIR), los gestores ambientales de ambas municipalidades coinciden en que su labor va más allá del manejo de residuos.

Santa Ana. A diferencia de otras municipalidades, este cantón cuenta con recolección diferenciada de residuos. Una vez a la semana los camiones recogen residuos ordinarios y otro día pasan por los residuos valorizables que son llevados a un centro de acopio donde serán aprovechados para el reciclaje.

Glenda Carvajal, gestora ambiental de Santa Ana, cree que a la gente aún se le dificulta el tema de la separación y clasificación, pero espera que este se vaya solventando con más capacitación.

También se coordinan campañas especiales de recolección de residuos electrónicos y chatarra.

Desamparados. La oficina de gestión ambiental de este cantón apenas tiene tres años y sus funciones se enfocan más a la prevención y control que al manejo de residuos, que es desarrollado por Servicios Públicos.

En prevención, se coordinan campañas de concientización con las comunidades. “Muchas de las inundaciones se relacionan con el mal manejo de los residuos”, comentó Gerardo Víquez, geógrafo de la Oficina de Gestión Ambiental de Desamparados.

Sin embargo, su principal labores es realizar inspecciones para cercionarse del cumplimiento de normas ambientales.

Según Víquez, uno de los mayores problemas que se presenta en el cantón es la invasión a zonas de protección.

“El 20% del cantón se encuentra en la zona de crecimiento urbano y eso genera conflictos”, dijo Víquez, quien coordina con otras instituciones, como el Ministerio de Ambiente, para tramitar denuncias.