Infraestructura de cada país debería planificarse a partir del clima

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Lima, Perú.

A la hora de invertir en obras de infraestrutura, los países en vías de desarrollo como Costa Rica deberían tomar en cuenta los escenarios de cambio climático y tomar estas inversiones como medidas de adaptación.

Así lo consideró Christiana Figueres, Secretaria Ejecutiva de la Convención sobre Cambio Climático de Naciones Unidas, durante un encuentro con periodistas latinoamericanos en el marco de la cumbre del clima que se realiza en la ciudad de Lima en Perú.

“No tiene ningún sentido pensar invertir en una hidroeléctrica en una zona que ya sabemos que se está secando y va a seguirse secando por culpa del cambio climático. Esa es la realidad que viven todos los países y sabiendo que esa realidad se da en el marco del cambio climático, ningún país puede darse el lujo de hacer una planificación de infraestructura -sean caminos, desechos sólidos, energía o vivienda- que no contemple el cambio climático”, dijo Figueres.

Asimismo, Figueres agregó: “En ese sentido, tenemos que incorporar las vulnerabilidades de los países dentro de la planificación, porque esa es la nueva realidad”.

En el lenguaje de las negociaciones climáticas, la adaptación se refiere a las acciones dirigidas a prepararse para hacer frente a los impactos del cambio climático, asumiendo que es imposible evitarlo. En el caso de Centroamérica, la adaptación es prioritaria ya que se encuentra en una zona de alta vulnerabilidad.

Al incoporarse las medidas de adaptación a la planificación del país, se puede ser más resiliente (capacidad de sobreponerse a la adversidad).

Los países en desarrollo han tenido que asumir gran parte de los costos de la adaptación al cambio climático, aunque su aporte en emisiones de gases efecto invernadero (GEI) es mínimo con respecto a los países industrializados.

De hecho, y según un informe de Naciones Unidasm el 71% de los recursos destinados a acciones climáticas se recaudaron a nivel doméstico en el caso de países en vías de desarrollo como Costa Rica. El 95% de estos se destinaron a la mitigación y solo el 5% a la adaptación.

Para Figueres, el financiamiento internacional para adaptación debe incrementarse.

“Siguiendo con el ejemplo de la hidroeléctrica, se puede argumentar que como no podés poner una hidroeléctrica enesa región tan seca pues se tendrá que buscar otra alternativa que resultó ser una eólica. Si hay una diferencia de costos entre lo que se hubiera hecho sin cambio climático y lo que hay que hacer con cambio climático, se podría argumentar que ese es el costo adicional de la adaptación y ese costo debería ser financiado a nivel internacional. Esa es una forma de verlo”, dijo Figueres.