Gracias a una donación que asciende a $125.000 (unos ¢67,6 millones), guardaparques y policías estarán mejor equipados para cuidar el Parque Nacional Corcovado ante amenazas como orería, tala y cacería ilegal.
Los fondos fueron gestados por la organización Conservación Osa y benefician a unas 60 personas a quienes se les garantiza un año de alimentación y combustible para realizar labores de control y vigilancia en esta área silvestre protegida.
“La petición de fondos vino de Álvaro Ugalde, quien estaba muy preocupado por la situación en que se encontraba Corcovado por la orería y la caza ilegal. En honor a él y por nuestra convicción, empezamos con la recaudación de dinero”, comentó Manuel Ramírez, director de Conservación Osa.
En cuanto equipo, se compraron tiendas de campaña, hamacas, cocinas, vestimenta (botas y uniformes), cámaras fotográficas para registro de evidencia, radios de comunicación y aparatos de geolocalización (conocidos como GPS).
Según Ramírez, entre 300 y 400 oreros se encuentran en Corcovado, concentrados en tres cuencas hidrográficas.
Los operativos de control implican que guardaparques y policías se internen por días en la montaña, por lo que se espera que este nuevo equipo les sirva para ser autosuficientes durante los patrullajes terrestres.
Se prevé que la entrega se realice en los próximos días de manos de la viceministra de Ambiente, Patricia Madrigal.
Unidad móvil. Hace cinco meses, los guardaparques del Área de Conservación Osa (Acosa) recibieron la donación de una unidad móvil para facilitar las labores de control y vigilancia en el humedal Térraba Sierpe.
Consiste en un vehículo tipo camper , que es remolcado por un pickup , con capacidad para hospedar a cuatro personas. Esta equipado con cocina, camarotes, comedor y área de trabajo.
Gracias a la colaboración del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), cuenta con paneles solares para abastecerle de energía y un motor auxiliar de gas en caso de emergencia.
“La idea con esta unidad móvil es que los guardaparques puedan trasladarse por todo el humedal y realizar patrullajes terrestres para así complementar a los marítimos que ya se realizan con una lancha”, explicó Ramírez.
Esta unidad móvil tuvo un costo de ¢20 millones, los cuales se financiaron a través del I Canje de Deuda por Naturaleza que data de 2007.
El Canje de Deuda por Naturaleza consiste en un mecanismo mediante el cual Estados Unidos perdona parte de la deuda externa a Costa Rica con la condición que ese dinero se destine a programas de conservación en parques nacionales y refugios.