Colecciones deben tener sentido de uso

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A una colección biológica, el valor se lo da la información que se obtiene de ella y el uso que se le puede dar a esta.

En estos 24 años, la colección de plantas, hongos y artrópodos del Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio) ha sido utilizada con fines de conservación, médicos y farmacéuticos, agrícolas y de ciencias forenses.

“El tema de las colecciones va más allá de dónde se ubicarán los gabinetes y quién pagará la luz. El tema es para qué sirven las colecciones a la sociedad. Eso rebasa el mandato de una institución particular y se deben aunar esfuerzos para darle sentido de uso, más que de custodia”, dijo Randall García, director del INBio.

Conscientes del tema, la Comisión Nacional para la Gestión de la Biodiversidad (Conagebio) está inventariando las colecciones ex situ para conocer dónde están y quién es su custodio.

Las colecciones exsitu (fuera de lugar) son las que se establecen fuera de su hábitat natural.

Abarcan desde jardines botánicos, bancos de semillas, zoocriaderos y zoológicos, hasta gabinetes con organismos enteros o partes de estos, así como muestras de material genético, fluidos y polen, entre otros.

“El objetivo de tener un inventario es que haya una institución que maneje la información de manera centralizada”, dijo Marta Jiménez, directora de Conagebio.

¿Se ha pensado en consolidar colecciones?

“Por lo menos, esa unificación debería ser informática”, manifestó García.

El ministro de Ambiente, René Castro, informó de que se está trabajando en una red nacional de biodiversidad en la que la información digital, proveniente de las distintas colecciones del país, sea accesible a los usuarios.

“Prácticamente, tenemos terminado un protocolo de relación para los usuarios de esa red, en la que participaría no solo este ministerio, si no el Ministerio de Agricultura y Ganadería; Cultura, las universidades, el INBio y el Museo Nacional”, dijo Castro.