Electricidad acelera la sanación de las heridas

Una señal eléctrica anuncia a células dónde hay un daño que debe repararse

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Científicos de Escocia descubrieron que la aplicación de impulsos eléctricos a las heridas hace posible acelerar el proceso natural que usan las células para reparar los daños del cuerpo humano.

La investigación, realizada en heridas en la piel y en la córnea, sugiere que es posible dirigir el movimiento celular y la manera de curar las lesiones.

Los especialistas identificaron que en el organismo humano hay dos genes cuya misión es crear campos eléctricos y emitir impulsos alrededor de las heridas, como un mecanismo de alerta para el resto del cuerpo de que hay un daño por reparar.

Así, cuando las otras células perciben las descargas que emite la herida cambian la ruta que llevan, se desplazan hacia el lugar de donde proviene el 'impulso eléctrico' y giran en torno a la herida para sanarla.

A partir de este estudio, los científicos proponen aumentar la potencia de los impulsos eléctricos -que emiten naturalmente las heridas- para manipular la migración de las células y acelerar este proceso de cicatrización.

"Si se aumenta la potencia de los iones, se incrementa el flujo de corriente eléctrica en las heridas, lo que produce una aceleración del proceso de curación porque acuden más células al llamado de las señales eléctricas", explicó Min Zhao, líder de la investigación publicada en la revista Nature .

Como una batería humana. Dentro de cada célula hay iones, átomos de elementos -como el sodio o el cloro- con carga positiva o negativa.

Esto significa que cada célula humana puede funcionar como una batería con polos positivos y negativos que puede ser cargada eléctricamente, manifestó Min Zhao.

Para 'manipular' las cargas eléctricas de los iones, los investigadores aplicaron diversos productos químicos a las heridas y estudiaron cómo las células se cargaron eléctricamente y emitieron señales al resto de las células para reparar una herida.

Los expertos detectaron que si se aumenta la potencia de los iones, se logra incrementar también el flujo de corriente eléctrica que viaja hacia las heridas. Este flujo es el favorece la migración de células hacia la herida y acelera el proceso de curación de la misma.

A futuro. A mediano plazo, el equipo de investigación de Zhao quiere realizar pruebas clínicas para saber si esta metodología puede aplicarse con seguridad en la atención a los pacientes.

Según el científico Zhao, la lección aprendida de este estudio es que la influencia de la electricidad en el cuerpo es mucho más importante de lo que creía.

En este estudio colaboraron destacados científicos de América, Japón y Austria.

Esta no es la primera vez que se propone el uso de electricidad para mejorar la salud.

En la antigua Roma se trataban los dolores de cabeza, parálisis y epilepsia con peces como mantarrayas, que producen descargas eléctricas.

Sin embargo, la literatura médica atribuye al alemán Johan Gottlob como el primero que teorizó sobre la utilidad médica de la electricidad en su caso, para recuperar de miembros paralizados.