Bus sin palanca de cambios innova el transporte público local

Computadora aligera labor a chofer y eleva la seguridad durante los trayectos

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En Costa Rica viajar en autobús puede ser un infierno sin lluvia. Asientos angostos, pasillos estrechos, choferes irritados y el zarandeo del cuello cortesía de cambios de marcha bruscos como algunos conductores de autobús. Esta tortura, no obstante, avanza hacia su extinción.

Un par de ajustes tecnológicos y una computadora prueban que un rutinario cambio de equipos marca la diferencia. El truco es saber elegir qué tecnología comprar.

Hace casi un mes, 30 autobuses sin palanca de cambios o pedal de clutch trasladan a a diario a unas 80.000 personas entre Heredia, Tibás, San José y Santo Domingo, modificaciones que hoy elevan la seguridad y comodidad en esa ruta.

Se trata de 30 unidades modelo Volksbus 17230-EOD de Volkswagen que las empresas de transporte público Coopana R. L. y microbuses Rápidos Heredianos adquirieron en conjunto en $4,5 millones.

Cada una tiene un motor con sistema de inyección eléctrico en vez de mecánico. El cambio de las marchas también se automatizó y también lo guía una computadora.

Así, en vez de palanca de cambios y pedal de embrague ( clutch) , ahora hay tres botones en un panel para únicamente conducir, ir en reversa o dejar la unidad en neutro.

Al simplificarse así la conducción del autobús, manejar es más cómodo para el chofer, quien básicamente solo conduce y acciona los pedales de frenado y aceleración.

Las modificaciones disminuyen su estrés laboral y cansancio físico, pues se desaparecen cientos y cientos de cambios manuales que cada día exigen movimientos repetitivos del brazo, mano, pierna y pie.

El beneficio de la nueva tecnología también lo recibe el pasajero.

“Con estos cambios, el conductor puede centrarse en conducir y atender mejor a los pasajeros, pues se disminuye el efecto del cabeceo ; esas sacudidas que siente el pasajero al avanzar el autobús mientras se hacen varios cambios de marcha en fila”, explicó Jorge Arturo Herrera, gerente de Coopana R. L.

Otra variación tecnológica es que las unidades ruedan solo si las puertas están cerradas. Este diario confirmó que, por más que se pise el acelerador, el vehículo sigue inmóvil a menos que se cierre la puerta. Lo mismo ocurre al accionarse la rampa para silla de ruedas.

Además, si un conductor comete varias veces la misma falta (acelerar sin cerrar la puerta o con la rampa aún en uso) el autobús se bloquea. Esto, afirma Herrera, previene conductas indebidas de sus empleados y asegura un viaje más seguro para pasajeros y peatones.

Los vehículos incluyen tres cámaras internas y una frontal con las cuales se vigila que la prestación del servicio sea óptima.

Hay un lector para cédulas de adultos mayores y el automotor mide 13 metros de largo; dos más que el promedio, lo cual aporta 10 asientos adicionales para un total de 56.

Menos gases. Aunque un vehículo nuevo funciona bien al inicio, en estos el cambio de inyectores mecánicos de combustible por electrónicos también permite que cumplan la norma de emisiones Euro III.

Esta norma europea sobre gases contaminantes establece una lista de requisitos que especifican los límites aceptables para emisiones en vehículos con motor de combustión vendidos en los Estados miembros de la Unión Europea.

En Costa Rica, la norma mínima para autobuses públicos es Euro II.

Esta tecnología Euro III, en comparación a la II, representa 48% menos de emisiones de dióxido de carbono (CO2), 29% menos de óxidos nítricos y 40% menos de restos de combustible sin quemar expulsados en los gases del escape.

La tecnología de inyectores electrónicos disminuye 48% las partículas de hollín.

Aunque los buses no evitan las presas, “al menos son un paso hacia menos contaminación” sostiene Manuel Mora, administrador de microbuses Rápidos Heredianos.