Vestir cadáveres: tradicional ceremonia de Indonesia

El desenterramiento es una escena espeluznante para los turistas foráneos, sin embargo los residentes están más que contentos de limpiar los cuerpos, tomar fotos y rezar por sus almas

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Tikala. En una isla de Indonesia, una familia posa para una fotografía con sus ancianos poco sonrientes. No es que estén encerrados en un geriátrico ni enfadados con sus descendientes. Es que los ancianos están muertos.

La estampa forma parte de la tradicional ceremonia del Manene celebrada en dos pequeñas aldeas de la isla Indonesia de Sulawesi. Cientos de cadáveres son exhumados y vestidos en el pueblo de Torea como parte de un ritual para honrar a sus espíritus y brindarles ofrendas.

“Cuando hacemos el Manene, empezamos abriendo la cámara funeraria y limpiando su interior y sus alrededores”, explicó Sulle Tosae a la AFP. “Entonces secamos los cuerpos bajo el sol antes de cambiarles las ropas”, añadió el hombre.

Los ataúdes con los cuerpos de sus familiares son extraídos de sus tumbas cavadas en la montaña. “Las ofrendas son un símbolo de gratitud de los hijos y los nietos para los traspasados”, dijo el jefe de la aldea de Torea, Rahman Badus.

Honran sus espíritus “para que siempre puedan bendecir a los vivos con seguridad, paz y felicidad”, indicó. Una familia ofrece a su familiar recién exhumado un cigarrillo, otra le coloca unas estilosas gafas de sol. Algunos cuerpos permanecen casi intactos gracias al proceso de momificación, de otros apenas queda el esqueleto.

Espíritu de los muertos

La etnia toraja cuenta con un millón de miembros en la isla de Sulawesi. Tienen pocos reparos para hablar con cuerpos embalsamados, vestirlos, cepillarles el pelo o incluso tomarse fotos con ellos.

El calendario de la ceremonia depende de cada pueblo, pero normalmente el Manene tiene lugar cada varios años en los meses de julio y agosto.

Los torajanes creen que los espíritus de los muertos vagan por el mundo antes de la ceremonia funeraria y empezarán su viaje a la tierra de los espíritus después de que sus almas queden inmortalizadas. Las familias preservan los cadáveres hasta ahorrar suficiente dinero para un funeral elaborado.

Antes se momificaba a los difuntos mediante un proceso de embalsamamiento con remedios naturales como el vinagre agrio y las hojas de té. Pero ahora muchas familias toman el atajo de inyectar en el cadáver una solución de metanal.

El desenterramiento es una escena espeluznante para los turistas foráneos. Sin embargo, los residentes están más que contentos de limpiar los cuerpos, tomar fotos y rezar por sus almas. Pero el jefe de la aldea contó que algunos lugareños van demasiado lejos.

“Los familiares están rindiendo respeto a sus padres o antepasados y la falta de respeto tiene consecuencias”, explicó Badus sin especificar qué comportamientos denuncia. “Los cuerpos deben ser tratados con el máximo respeto en el ritual Manene”, advirtió.

A continuación, fotografías de la ceremonia con los cadáveres exhumados, se recomienda discreción.