Los independentistas acuerdan reeditar la coalición de gobierno en Cataluña

Este pacto entre Izquierda Republicana (ERC) y Juntos por Cataluña (JXC) llega a escasos diez días de culminar el plazo que forzaría la repetición de las elecciones regionales celebradas el 14 de febrero

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Cataluña. Los dos principales partidos separatistas de Cataluña acordaron reeditar la coalición de gobierno regional y evitaron la repetición de las elecciones, tras aparcar momentaneamente sus diferencias surgidas tras la fallida secesión de 2017.

Este pacto entre Izquierda Republicana (ERC) y Juntos por Cataluña (JXC) llega a escasos diez días de culminar el plazo que forzaría la repetición de las elecciones regionales celebradas el 14 de febrero, en las que los separatistas obtuvieron 74 de 135 escaños y un 52% de los votos.

"Hemos superado las dificultades y (...) hemos sido capaces de entendernos para evitar una repetición electoral que nadie deseaba", dijo en una rueda de prensa en Barcelona quien debe ser el futuro presidente catalán, Pere Aragonés, de ERC.

El acuerdo incluye la reedición de la coalición de gobierno iniciada en 2015 entre ambas formaciones pero, en esta ocasión, liderada por ERC que, con un discurso más moderado basado en el diálogo con Madrid, se erigió por primera vez como fuerza independentista más votada.

Con 33 y 32 escaños respectivamente, el gobierno de coalición entre ERC y JXC deberá contar también con el apoyo de los nueve diputados del pequeño partido independentista de extrema izquierda CUP para echar a andar.

El pacto, que debe ser ratificado por los militantes de JXC, llega después de fuertes discrepancias entre ERC y la formación comandada desde Bélgica por Carles Puigdemont, el líder catalán durante la fallida secesión de 2017.

A finales de marzo, esta falta de entendimiento provocó el fracaso del primer intento de investidura de Pere Aragonés en el Parlamento regional.

A principios de mayo, este jurista de 38 años con fama de moderado anunció que desistía de reeditar la coalición con JXC para tratar de formar un gobierno en solitario y clara minoría.

Según explicó él mismo, el principal escollo eran las diferencias estratégicas sobre qué camino debe seguir el movimiento independentista una vez fracasado la ruptura unilateral de 2017, que culminó con varios dirigentes condenados a largas penas de cárcel o huidos al extranjero.

Principal fuerza independentista hasta las últimas elecciones, JXC desconfía de la estrategia de buscar una salida negociada con el gobierno español del socialista Pedro Sánchez.

En la última legislatura presidida por el delfín de Puigdemont, Quim Torra (2018-2020), estas discrepancias provocaron múltiples conflictos en el seno del independentismo.

"El acuerdo acomoda las dos miradas mayoritarias del independentismo", indicó en la rueda de prensa con Aragonés el secretario general de JXC, Jordi Sánchez.

Esto implicará que el nuevo ejecutivo catalán hará "una apuesta clara para entrar en una fase de negociación", cuyos resultados se evaluarán en dos años para decidir si se sigue apostando por este diálogo o se apuesta por "seguir avanzando hacia la república catalana", dijo Aragonés sin concretar en qué consistirá este plan B.

"Esperamos que hayan entendido las tres formaciones independentistas que la formación del gobierno debe conllevar el abandono de las vías unilaterales, que ya sabemos adonde nos conducen", advirtió la portavoz del gobierno español, María Jesús Montero.

En enero de 2020, Pedro Sánchez concedió a ERC la creación de una mesa de negociación para solventar el conflicto catalán a cambio de que permitiera su investidura como presidente de un gobierno minortiario de coalición entre socialistas y Podemos (izquierda radical).

Este foro de diálogo quedó paralizado por la pandemia y debería reactivarse una vez formado un gobierno en Cataluña, aunque las posiciones de partida son muy distantes.

Los separatistas reclaman la amnistía para sus dirigentes encarcelados o exiliados y la celebración de un referéndum de autodeterminación. Los socialistas, que dependen en parte de ERC en el Congreso, rechazan ambas peticiones.

Segunda región más poblada y más rica de España, Cataluña, con 7,8 millones de habitantes, vivió una década de auge separatista que condujo en 2017 a un referéndum ilegal de independencia y a la proclamación de una fallida república.

Aunque dominada por los independentistas desde 2015, los repetidos sondeos muestran una sociedad dividida sobre la cuestión.