Los agricultores ucranianos rezan por un acuerdo para exportar los granos bloqueados

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Rajmon Mirzoyev mira como una máquina procesa el grano en su campo ubicado a unos 60 kilómetros del frente, en el sur de Ucrania, pero aún no sabe si podrá exportarlo.

En tiempos normales el buen clima que favoreció las cosecha de trigo esta temporada sería una buena noticia. Pero, para este campesino esto implica un problema adicional, ya que desde la invasión contra su país, Rusia impone un bloqueo que impide exportar millones de toneladas de granos.

Esta fértil región debería haber despachado hace meses toneladas de alimentos para el mundo entero.

Ahora Mirzoyev, de 60 años, no sabe qué hacer con su cosecha, ya que los graneros están casi copados y los precios locales se han derrumbado.

"No hay donde ponerlo y nadie a quien vendérselo", dijo Mirzoyev.

Este campesino labró una pequeña granja tras mudarse a Ucrania desde Tayikistán hace 30 años.

Con ansiedad, Mirzoyev espera el resultado de las negociaciones entre Ucrania, Rusia y Turquía, con la participación de la ONU para romper el bloqueo instalado por Moscú.

Turquía anunció que se firmará un acuerdo este viernes para liberar las exportaciones, que sería el primer trato entre ambas partes desde el inicio de la invasión en febrero pasado.

"No tenemos ninguna otra opción, salvo esperar que algo funcione", lamentó.

Pero Mirzoyev no creé que el presidente ruso, Vladimir Putin, cumpla con sus promesas de reanudar las exportaciones, para mantener la presión sobre Kiev, tras casi cinco meses de una guerra brutal que azota al país.

"Para ser honesto, personalmente yo no creo que vaya a resultar. ¿Pero entonces qué? ¿Vamos a tirar el grano?", se preguntó.

El bloqueo naval impuesto por Rusia en el mar Negro ha generado una crisis alimentaria mundial que ha elevado los precios y desatado el miedo a que se produzcan hambrunas.

En Ucrania hay cerca de 25 millones de toneladas de granos bloqueados en los puertos debido a los buques rusos, pero también a las minas colocadas por Ucrania para impedir un temido desembarco.

Al igual que otros campesinos de la región, Mirzoyev esperó todo lo que pudo para la cosecha, con la esperanza de que mejorara la situación.

Pero, el sol candente de las últimas semanas, sin ninguna lluvia, han alimentado otra amenaza en la región, que todavía sufre ataques con misiles rusos.

Mirzoyev mostró el humo en el horizonte que proviene de un campo cercano.

"Ahí cayó un misil y los campos estuvieron ardieron durante tres días seguidos", dijo.

Ucrania y sus aliados en Europa han intentado impulsar las exportaciones de esta región por tren, carretera y por río.

Pero el conductor Volodimir Muzechuk explicó a la AFP que estas rutas no son suficientes para despachar todos los granos y que la subida del precio del combustible hace que esto tenga un costo prohibitivo.

"Pero con o sin guerra, todavía tenemos que cosechar el trigo", dijo.

Al igual que su empleador, piensa que es difícil de creer que el Kremlin vaya a permitir que el grano se exporte, incluso aunque se logre un acuerdo.

"No se puede confiar en los rusos. La única forma de tratar con ellos es la fuerza", afirmó.

del/acl/jbr/spm/an/meb