Jean-Luc Godard: tres grandes películas para recordar al maestro

Entre las decenas de películas que rodó el mítico cineasta franco-suizo, tres entraron en la historia del cine de manera fulgurante en los años sesenta

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Jean-Luc Godard ya había alcanzado la inmortalidad en vida. Su obra representa un catálogo infaltable en la historia del cine (y del arte) y para repensar su legado, conviene visitar, naturalmente, sus filmes.

Entre las decenas de películas que rodó Jean-Luc Godard, tres entraron en la historia del cine de manera fulgurante: Sin Aliento, El desprecio y Pierrot el loco, todas ellas filmadas en los años de1960.

A la luz de su deceso, este 13 de setiembre, conviene rememorar algunas de sus obras infaltables. Por supuesto, es difícil y casi grosero elegir solo tres filmes de su prolífica carrera, pero estos tres títulos marcaron a su generación y al propio Godard.

Sin aliento

Es la primera película de Godard, rodada con muy poco presupuesto.

El filme narra el itinerario de un ladrón de poca monta (Jean-Paul Belmondo) que acaba de robar un coche y matar a un policía. Perseguido por las fuerzas del orden, intenta convencer a su novia estadounidense (Jean Seberg) para irse a Italia.

“Una experiencia alocada: no había luces, no había maquillaje, ni sonido (profesional)” recuerda años después la actriz Jean Seberg. “Pero era tan contrario a la forma de trabajar en Hollywood que salí muy natural”, añadió.

La película se convierte en el estandarte de la Nueva Ola (Nouvelle Vague) del cine. Y es toda una declaración de principios de Godard. Una cinta llena de referencias culturales, con un montaje entrecortado, músicas repetitivas, bares, coches, hoteles...

El paseo por los Campos Elíseos de Belmondo y Seberg, ella vendedora del New York Herald Tribune, él con un cigarrillo en los labios, es una escena antológica.

La película recibió el premio Jean-Vigo en 1960 y Godard logró el Oso de Plata del festival de Berlín ese mismo año.

El desprecio

La mujer (Brigitte Bardot) de un guionista (Michel Piccoli) se distancia de su marido y le confiesa su desprecio durante los preparativos de una película, en la que el director de cine Fritz Lang también participa, interpretándose a él mismo.

Se trata de la sexta película de Jean-Luc Godard y su mayor éxito, en buena parte gracias a la carga erótica de la estrella del momento, Brigitte Bardot.

Durante el rodaje de El Desprecio, Bardot es acosada por los paparazzi. Los productores quieren a toda cosa que salga desnuda. Godard acaba cediendo, en parte. Le añade a la película una secuencia que se convirtió en otro icono de la historia del cine. Bardot, echada en la cama, le va preguntando a su marido sobre qué parte de su anatomía prefiere. “Y mi culo ¿te gusta mi culo?”.

Pierrot el loco

La película es la adaptación de una novela de Alberto Moravia, y está ambientada en la Casa Malaparte, que hizo construir el escritor Curzio Malaparte a orillas del Mediterráneo, en Capri. Según Piccoli, es una obra rotundamente autobiográfica.

Godard estaba casado en esa época con la actriz Anna Karina, de quien se separó en 1965.

Gordard dirige en esta cinta a Anna Karina por sexta vez. El fenómeno Nueva Ola ya empieza a declinar, y Godard, más libre que nunca, rueda una película de colores centelleantes, un auténtico festival de fuegos artificiales.

Pierrot (de nuevo Belmondo) es un hombre que lo abandona todo para huir con Marianne (Anna Karina), una antigua amiga que vuelve a cruzar por casualidad.

La película es una “road movie” en la que se mezclan tráfico de armas, grandes conversaciones en torno al amor, todo ello filmado con insolencia, mezclando planos con gran angular y conversaciones surrealistas.

La película fue prohibida a los menores de 18 años en Francia por “anarquismo intelectual y moral”. Décadas después, directores como Quentin Tarantino o Leos Carax reconocieron la influencia de la película sobre su obra.