El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió, este lunes 8 de febrero, que el recrudecimiento de la pandemia en Latinoamérica amenaza con “frustrar una recuperación que ya es desigual” y que, pese a la mejora de las perspectivas, el consumo y la inversión están rezagados.
En medio de la crisis, el FMI mejoró su estimación sobre el desempeño de la región en el 2020 pasando de una contracción de 8,1% a una caída del producto interno bruto (PIB) de 7,4%, pero este lunes 8 de febrero varios economistas advirtieron en una entrada en el blog de la entidad que “la plena recuperación está aún muy distante”.
El FMI actualizó sus previsiones para la región en el 2021, proyectando un crecimiento de 4,1% con una revisión al alza de las grandes economías Brasil y México, que tendrán un crecimiento de 3,6% y 4,3%, respectivamente.
Estas cifras están por debajo del crecimiento esperado de 5,5% para la economía global, en el 2021.
El FMI adelantó que Argentina saldrá de la recesión, este 2021, con un crecimiento de 4,5%, pero este desempeño está 0,4 puntos porcentuales por debajo de lo que el organismo proyectó en octubre.
En tanto, para Chile, el organismo multilateral proyecta una expansión económica de 5,8%, por encima del crecimiento del PIB de 4,5% estimado en su último informe.
Para Colombia, el FMI espera un crecimiento de 4,6%, seis décimas de punto porcentual por encima de sus anteriores proyecciones, mientras que estima para Perú una expansión de 9%, una fuerte mejora desde el 7,3% del anterior informe.
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“El producto de la región retornará a los niveles previos a la pandemia apenas en el 2023, y el PIB per cápita lo hará en 2025, es decir, más tarde que otras regiones del mundo”, indicaron Alejandro Werner, director para las Américas del FMI, y otros dos economistas en un artículo publicado en la página del FMI.
En el caso de Centroamérica, el Fondo señaló que se ha visto apuntalada por las cuantiosas remesas, el aumento de los precios de los alimentos y un eficaz apoyo mediante políticas. Pero entre los riesgos señalados están los desastres naturales, como fue la devastación causada por los huracanes Eta e Iota el pasado mes de noviembre.
El FMI también señaló que la crisis ha repercutido “desproporcionadamente” en el empleo, y las pérdidas se han concentrado sobre todo en las mujeres, los jóvenes y los trabajadores informales y menos cualificados.
“Se estima que más de 17 millones de personas han entrado en una situación de pobreza. El empleo permanece por debajo de los niveles previos a la crisis y es probable que la desigualdad haya aumentado en la mayoría de los países”, se señala en el informe.
Una de las observaciones del informe, es el impacto que tiene la crisis de la covid-19 en los sistemas sanitarios de América del Sur y Centroamérica.
“Los sistemas de salud se encuentran bajo intensa presión en muchos países y la intensidad con la que se realizan las pruebas de detección sigue siendo baja en comparación con la de las economías avanzadas y otras economías emergentes, pese a ciertas mejoras registradas desde agosto”, se destaca en el documento.
El FMI destacó que entre las prioridades los países latinoamericanos deben garantizar una dotación adecuada de recursos para los sistemas sanitarios, incluidas la vacunación y las pruebas.
Además de seguir apoyando a los sectores vulnerables más afectados por la pandemia y afianzar la recuperación que hasta ahora es incierta.