El lento regreso a la normalidad en Alemania, un año después de devastadoras inundaciones

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En el municipio alemán de Bad Neuenahr-Ahrweiler, asolado por las inundaciones en julio de 2021, el alcalde está tan cansado y preocupado como sus electores. "Vivimos una situación igual de peligrosa que hace un año", dice.

Con 18.000 habitantes afectados, es decir, más de la mitad de la población, esta ciudad famosa por sus baños termales pagó un alto precio por las tormentas mortales que azotaron parte del oeste de Alemania en la noche del 14 al 15 de julio de 2021.

El canciller Olaf Scholz visitará la ciudad el jueves para conmemorar la tragedia.

El alcalde Guido Orthen podrá mostrarle las calles que fueron limpiadas de las montañas de sedimentos y escombros arrastrados por las aguas que inundaron su municipio hace un año.

Pero la vuelta a la normalidad "aún tomará tiempo", dijo Orthen a la prensa.

"Todavía tenemos infraestructuras provisionales, guarderías provisionales, escuelas provisionales, carreteras provisionales", detalló.

Tampoco siguen sin poder usarse ninguno de los 18 puentes sobre el Ahr. Tres pasarelas los sustituyen temporalmente.

El estigma de las inundaciones es visible en todas partes.

Aunque las autoridades quieren reconstruir rápidamente, también buscan modos de proteger a la población de futuras inundaciones.

Por el momento "vivimos una situación igual de peligrosa que hace un año", afirmó Orthen, que dijo que esto genera mucho estrés, sobre todo cuando se prevé mal tiempo.

La catástrofe se cobró la vida de 185 personas, 134 de ellas sólo en el valle del Ahr, que serpentea a lo largo de unos 40 kilómetros.

Los habitantes de Bad Neuenahr-Ahrweiler saben que los fenómenos meteorológicos extremos se multiplicarán debido al calentamiento global.

El alcalde lamentó que la protección contra las inundaciones sea objeto de interminables discusiones entre los distintos niveles de gobierno.

En las zonas clasificadas como muy propensas a las inundaciones, no se pueden reconstruir las casas destruidas, solo se pueden arreglar las parcialmente afectada, explicó.

Y hay mucha espera a nivel administrativo. Bad Neuenahr-Ahrweiler tiene que presentar 1.400 solicitudes de ayuda para proyectos de reconstrucción antes del próximo verano.

"No lo conseguiremos", advirtió Orthen, cuyos equipos están "al límite".

Después de un año de vivir "en estado de emergencia", el alcalde ve crecer el "desencanto" y la "sensación de impotencia".

Bad Neuenahr-Ahrweiler ha perdido más de 2.000 habitantes desde la tragedia.

En Renania-Palatinado se han pagado 500 millones de euros en ayudas de los 15.000 millones previstos, "una afrenta a las víctimas", según el diputado conservador Horst Gies, citado por el diario General Anzeiger.

En la vecina región de Renania del Norte-Westfalia se aprobaron 1.600 millones de euros del presupuesto de 12.300 millones.

A 15 kilómetros de Ahrweiler, frente a la fachada en ruinas del antiguo hogar para discapacitados mentales de Sinzig, unas velas recuerdan que 12 residentes se ahogaron en las inundaciones.

La asociación que gestionaba las instalaciones sigue buscando terrenos para construir una nueva sede.

"Nuestros contactos con la alcaldía y la administración aún no han dado ningún resultado", afirmó Ulrich van Bebber, responsable de la asociación "Lebenshilfe".

Entre los habitantes crece el enfado porque muchos sienten que no se les trata con dignidad y que la ayuda llega con demasiada lentitud.

"Queremos existir a los ojos de Alemania (...) tenemos la impresión de que todo lo demás en el mundo es más importante que lo que ocurre aquí", dijo Iris Münn-Buschow, cuya casa sigue parcialmente en reconstrucción.

jpl/smk/am/meb/zm