Con vítores y cantando rancheras, miles de mexicanos rindieron homenaje a Vicente Fernández, astro de la música latinoamericana que falleció este domingo, a los 81 años.
Para darle el último adiós al cantante, unas 7.000 personas llegaron hasta la arena VFG, que hace parte del extenso rancho del Charro de Huentitán.
El féretro, con un sombrero de charro del cantante, fue colocado en la tarima del coliseo, donde la noche del 12 de diciembre permaneció en capilla ardiente. Los fans desfilaron en grupos frente al ataúd.
Al lado de la urna, desconsolada, estuvo María del Refugio Abarca “Cuquita”, viuda del artista, cuya muerte lamentaron varios políticos y personalidades en todo el mundo. Uno de ellos fue el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
"El mundo de la música ha perdido un ícono", escribió Biden en Twitter.
En el momento más emotivo del tributo, Alejandro Fernández, heredero musical de Chente, interpretó Amor de los dos mientras abrazaba a su mamá.
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Mi padre “se fue bien, se fue en paz”, dijo más tarde Alejandro Fernández a la televisora Milenio.
Adornado con flores, en el escenario, fueron puestos un Cristo y un cuadro de la Virgen de Guadalupe, patrona de México y cuya fiesta se celebró este domingo. Mientras, un grupo de mariachis cumplía el sueño del intérprete, de que su despedida fuera con música.
En tanto, en las graderías, el coro “¡Vicente está presente!” no cesaba, y muchos fanáticos corearon canciones como El Rey. Algunos esperaron hasta cinco horas bajo el sol a que abrieran las puertas del recinto.
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