Arabia Saudita permitirá a 60.000 residentes vacunados peregrinar a La Meca

Quienes quieran viajar hasta la ciudad santa en julio también deberán tener entre 18 y 65 años, y no padecer una enfermedad crónica

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Riad. Arabia Saudita autorizará a 60.000 residentes vacunados contra el coronavirus a realizar la gran peregrinación musulmana anual a La Meca, en julio. El cupo se redujo drásticamente por segundo año consecutivo a causa de la pandemia de covid-19.

Aquellos que quieran efectuar el hach deberán tener entre 18 y 65 años, no padecer una enfermedad crónica y haberse vacunado, precisó el ministerio del Hach en un comunicado difundido por la agencia oficial SPA.

Durante la última peregrinación, una decena de miles de fieles que vivían en esta monarquía pudieron cumplir con el rito, contra 2,5 millones procedentes de todo el mundo en 2019, a causa de la pandemia.

"Teniendo en cuenta las grandes multitudes que realizan el hach, que pasan largos periodos de tiempo en determinados sitios, se necesita el mayor nivel de precaución sanitaria", subraya el comunicado.

El ministerio precisa que las autoridades vigilarán de cerca la evolución de la situación sanitaria y, especialmente, la aparición de nuevas variantes de coronavirus.

En abril, el reino ya anunció que solo los vacunados podrían llevar a cabo a partir del mes de ramadán la umrah, la peregrinación musulmana a la ciudad santa que puede realizarse todo el año, a diferencia del hach.

En un primer momento, solo 6.000 sauditas y residentes extranjeros en Arabia Saudita, el país del Golfo más golpeado por la pandemia, podían cumplir cada día con la umrah, antes de aumentar el número a 20.000.

Unas 60.000 personas están autorizadas a rezar cada día en la Gran Mezquita de La Meca.

Sin embargo, a los peregrinos no se les permite tocar la Kaaba, la construcción cúbica situada en el centro de la Gran Mezquita y hacia la cual se orientan los musulmanes de todo el mundo para rezar.

El hach es uno de los cinco pilares del islam que los creyentes deben cumplir al menos una vez en la vida, si tienen los medios.

Arabia Saudita, país de 34 millones de habitantes, ha registrado más de 463.000 casos de coronavirus, entre ellos 7.500 decesos hasta el momento, y ha administrado más de 15 millones de dosis de vacunas contra la enfermedad.

En el 2020, la reducción drástica del número de fieles autorizados y las restricciones sanitarias permitieron a las autoridades proclamar que no hubo contagios durante la gran peregrinación.

El hach y la umrah suelen reportar cada año, en tiempos normales, unos 12.000 millones de dólares a Arabia Saudita, que intenta diversificar su economía, muy dependiente del petróleo.

La caída de los precios del crudo, lastrada por una pandemia que afectó a la demanda mundial en 2020, golpeó de lleno la economía del reino.

Pero además de la cuestión financiera, la peregrinación aporta una importante legitimidad a los dirigentes sauditas, guardianes de las dos ciudades más santas del islam: La Meca y Medina.

Una serie de desastres, entre ellos una estampida en la que murieron más de 2.300 fieles en el 2015 y la limitación de las peregrinación a los residentes y a los sauditas, les valieron críticas a su gestión.