Meriendas: ¿sí o no?

Este post es la continuación de la anterior reflexión sobre los cambios en los menús escolares, es para todos esos adultos que están a cargo y haciendo las elecciones sobre la salud de sus niños y niñas –sin darse cuenta.

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Todo el mundo cree milagrosamente en las meriendas: a veces ya no sabe si como receta para adelgazar, para tratar algunas enfermedades o por pura costumbre de estar comiendo a todas horas.

Se recomiendan indiferenciadamente para adultos o para niños porque sí, es cierto que teóricamente las meriendas aportan nutrientes importantes y nos dan energía para desarrollarnos en las diferentes tareas que tengamos entre las comidas fuertes.

Pero, ¿en la práctica, en la realidad de lo que está pasando, necesitan nuestros niños y niñas que les mandemos meriendas? Un rotundo no.

Definiendo la merienda

Las meriendas son comidas adicionales a las tres comidas principales (desayuno, almuerzo y cena), pero no las sustituyen: deben contener entre el 10 y 15% del requerimiento de energía total diaria según edad y sexo.

Considerando dar meriendas que aporten un 10% de la energía:

  • Los preescolares (menores de 6 años): deberían consumir meriendas de entre 100kcal – 130kcal (siendo el rango menor para los más pequeños y el mayor para edades más cercanas a los 6años). 
  • Los escolares (menores de 12 años): deberían consumir meriendas entre las 130kcal - 200kcal (considerando a partir de los 10 años también la actividad física).

Pero, un momento … ¿saben cuántas calorías pueden contener las “meriendas” más usuales que se observan en los centros educativos e incluso en casa?

Un paquete de galletas rellenas (tipo chicky, digamos) y un jugo de paquete (tipo hi-C, digamos) contienen aproximadamente 260 kcal… ¡y eso cuando solo se manda una merienda, pero a veces las loncheras llevan hasta dos o tres meriendas, una para cada recreo!

Esa es la razón que le digamos que NO a las meriendas: no a las galletas con relleno, no a los jugos azucarados, no a las gaseosas, no a todos los ultra procesados.

¡Sin darnos cuenta estamos sobrealimentando a los niños y las niñas! Ahora, si de verdad queremos hacerlo bien y alimentar adecuadamente a los más pequeños...

¿Cómo deberían ser las meriendas saludables y reales?

Deberían ser fácil digestión, preparaciones sencillas, fáciles de manipular y tener cuidado con alimentos muy pequeños, redondos o trozos muy duros.

Y los alimentos a incluir deberían ser: agua, frutas, harinas integrales como pan integral, tortillas, queso blanco, frijoles, huevo y atún.

Acá les dejo un video de meriendas prácticas que hicimos hace un tiempo para un curso de la U.