Bombero triatleta: ‘No contó el cansancio ni la temperatura, contaron las esponjas, el agua fría y las palabras de aliento de la gente'

El costarricense Luis Gabriel Barrantes corrió en el Ironman 70.3 cargando el equipo de bombero, un equipo que pesa 25 kilos

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Luis Gabriel Barrantes Gómez tiene 30 años de edad, cinco años de ser bombero y cuatro de practicar triatlón. Es guanacasteco y vive en Nicoya.

El pasado domingo acaparó la atención de todos en el Ironman 70.3 Costa Rica al realizar el atletismo con el equipo de protección personal para incendio estructural puesto, incluido el casco y el cilindro. Es un equipo que pesa 25 kilos, lo único que no usó durante la carrera fueron los guantes.

Esta fue la primera vez que Luis Gabriel competía en larga distancia en triatlón. Solo había hecho distancia sprint. Sin embargo, en ciclismo sí tenía experiencia en larga distancia y ya había corrido dos medias maratones en Guatemala y otras cuantas en trail.

La idea de hacer el Ironman 70.3 y correr con el equipo nació en noviembre del año pasado con el único objetivo de unir sus dos pasiones: la de ser bombero y triatleta.

“No es algo que se puede decidir de la noche a la mañana, tomar la decisión conlleva mucha preparación tanto física como mental. Empecé haciendo pruebas como salir a caminar una hora y media con el equipo; medir la deshidratación, cuánto peso perdía, si me recuperaba para entrenar continuamente. Y luego de eso probar todo en el campo. Apenas hice todos esos cálculos y vi que resultaba bien, enfrenté la decisión”, afirma Luis Gabriel.

En ese proceso sus compañeros del equipo de triatlón institucional de Bomberos de Costa Rica, su esposa y un amigo paramédico fueron relevantes para que tomara la decisión.

“El apoyo de mi familia fue invaluable, importantísimo. Que mi esposa viera todo lo que entrené y que me apoyara, así como mi mamá y mis compañeros de trabajo fue muy importante para mí. No estaba solo durante el camino. Y cruzar la meta y sentir que estaba bien fue como ganarme la mejor nota en un examen. Si me siento bien fue porque se hizo bien el trabajo, pensé”, cuenta.

Su meticulosa preparación contempló entrenamiento de resistencia, fuerza y una alimentación e hidratación rigurosas. El plan no era solamente cruzar la meta, el plan era hacerlo sintiéndose bien, y así fue.

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Todo salió tal cual lo planeó. O incluso mejor.

“Es inolvidable. No esperaba que tanta gente me apoyara. Siempre está el comentario de ‘está loco’, pero se sintió tanta emotividad, me sentí como en los tramos de montaña del Tour de Francia, que todo el mundo va a la par del ciclista empujándolo, apoyándolo. Es diferente, pero me sentí así. No contó el cansancio ni la temperatura, contaron las esponjas, el agua fría, el hidratante y las palabras de aliento de la gente. Fue inesperada esa reacción de tanta gente. Fue muy bonito. Hizo que el peso no se sintiera”, explica.

¿Qué fue lo más difícil? “Cuando tomé la decisión, por el miedo que sentía al principio. Ese fue el momento difícil, cuando uno dice sí. Ya la carrera no. La carrera la disfruté toda. Nadé muy tranquilo, el ciclismo lo disfruté bastante, siempre voy sonriendo y corriendo ni que se diga, el solo hecho de que todos me apoyaran”.

Luis Gabriel tenía estimado tardar 3 horas y 15 minutos en la media maratón. Finalmente hizo el recorrido en 3:07 horas.