De las aulas al museo: una ruta para repensar nuestro entorno

El proyecto ‘Ruta de Museos’ es una oportunidad para que niños y jóvenes viajen del aula a museos, para hilar pasado y presente: una clase de Historia combinada con la magia de las Artes Plásticas, asignatura pendiente en muchas escuelas.

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“Ruta de Museos” es una iniciativa para celebrar: 9.600 estudiantes de la Gran Área Metropolitana, desde preescolar hasta secundaria, viajarán de sus aulas al museo, en una ruta para disfrutar sobre historia, patrimonio, arte y cultura. Estas visitas son una oportunidad para hilar pasado y presente, con miras a la construcción de un futuro más sensible, más consciente del entorno que nos rodea y más crítico a la hora de proponer soluciones a los problemas comunitarios.

Con este proyecto, ideado por los ministerios de Cultura y Juventud y de Educación y la fundación Ayúdenos para ayudar, cada uno de los diez museos de la Ruta es un aula abierta para comprender mejor el contexto socio-histórico, cultural y económico de Costa Rica. Como señala la pintora brasileña Tarsila do Amaral: “ningún artista consigue escapar de la influencia de su contexto, de las ideas de su tiempo”. Cada sala de exposición y cada obra de arte en los museos es una pieza que desafía al espectador, le interpela y lo integra en una historia que nos pertenece a todos y que construimos, a partir de mitos, ideas, bondades y prejuicios que forman parte de una identidad colectiva, que evoluciona constantemente, que pone de manifiesto que no somos igualiticos y que impone retos importantes, que merecen ser comentados y debatidos en las aulas, desde edades tempranas.

Salir de las aulas para ser protagonistas del arte, la historia y la cultura es el modelo educación que demanda este siglo: donde el docente es un facilitador y un guía para la discusión de temas de interés local y regional y que motiva a sus estudiantes a formar parte del cambio de manera activa. Por eso, se vuelve imperativo que la visita al museo esté acompañada de un trabajo sostenido en las aulas que despierte la sensibilidad, combinada con la creatividad, para estimular el pensamiento crítico y la búsqueda de soluciones colectivas a los problemas comunitarios que enfrentan niños y jóvenes.

Ruta de Museos es una herramienta para comprender mejor los Estudios Sociales y la Educación Cívica, es una oportunidad para recibir las clases de Artes Plásticas que aún están ausentes del currículo de muchas escuelas y colegios. En Costa Rica, mientras la Religión es de enseñanza obligatoria, la Educación Musical y las Artes Plásticas, llegan a un nivel de cobertura de 60% y 30%, respectivamente, según el último informe del Estado de la Educación.

De ahí, la necesidad de que este tipo de iniciativas sean cada vez más comunes y que de manera progresiva, también integren y beneficien a estudiantes de escuelas rurales y de zonas costeras, para quienes la experiencia de visitar un museo y de llegar a la capital es como si se tratara de “visitar otro país”, del que se sienten ajenos.

Asistir y participar de la experiencia cultural e interactiva que ofrece cada museo es una ventana a la historia de Costa Rica: con sus logros, sus luchas, sus penas y sus desafíos. Recorrer, por ejemplo, las nuevas salas de exposición de los Museos del Banco Central es volcar la mirada hacia la población indígena costarricense: una minoría olvidada, que representa el 2,4% de la población y que está marcada por la desigualdad y la exclusión, que sufre la marginación de una sociedad que ignora o evade el mestizaje y que ha minimizado, desde su sistema educativo, los aportes del indígena, su cultura y que sigue en deuda con estas familias, en el cumplimiento de sus derechos humanos y en la garantía de acceso a las mismas oportunidades.

Viajar al Museo Penitenciario de San José es hacer un repaso didáctico por una cruda historia de maltratos y supresión de los derechos humanos de los privados de libertad e impone el debate contemporáneo sobre el hacinamiento y las carencias del sistema carcelario: motivo de acaloradas discusiones en redes sociales, sobre “golondrinas” y derechos.

Enseñar a niños y jóvenes a valorar el tesoro arquitectónico, cultural, social e histórico de cada uno de los museos es abrir paso a la reflexión, es permitir que los estudiantes, desde preescolar hasta la secundaria, se apropien del arte y la cultura, para ser más conscientes de la realidad que les rodea, capaces de repensarla y transformarla.

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