‘Apagón educativo’ afecta más a las mujeres de comunidades rurales

El rezago educativo de los últimos cuatro años ha puesto en mayor desventaja a las mujeres de zonas rurales. El 57% de ellas carece de competencias digitales, científicas y matemáticas en una era de transformación digital. El efecto: menos acceso a oportunidades.

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Las mujeres de comunidades rurales enfrentan escenarios educativos más complejos y corren mayor riesgo de caer en la pobreza. La falta de conectividad y de herramientas tecnológicas, los efectos de una educación intermitente durante los últimos años y el hecho de asumir labores domésticas son factores que amenazan con más fuerza su permanencia en el sistema educativo e inciden en su nivel de competencias digitales y de acceso a mejores trabajos.

El último Informe de la Educación (2021) revela que el 58% de las mujeres se ubican en los niveles más bajos en competencias digitales, científicas y matemáticas. De ellas, alrededor de 6 de cada 10 habitan en comunidades rurales y asisten a colegios públicos.

“Para el caso de la competencia digital, las brechas entre hombres y mujeres encienden una alerta en el sistema educativo, ya que amenazan con profundizar las desigualdades por género en el rendimiento académico, lo cual representa un tema particularmente importante al tomar en cuenta el acelerado cambio tecnológico que enfrenta la sociedad y el rol fundamental que, en la actualidad, cumple esta competencia en los procesos de aprendizaje”, advierte el informe.

Esa alerta coincide con un reciente reporte de la  Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en el que se anota que, pese a los avances de los últimos años en materia de equidad, hay serios desafíos en la brecha de género en la ciencia: solo el 33% de quienes producen investigación científica son mujeres.

Otro de los datos que revela desigualdades por género, en la educación, en contra de las mujeres tiene que ver con el rol de asumir labores domésticas. Un 36% de las mujeres con edad avanzada  y que estudian terminan sufriendo exclusión educativa debido a que deben asumir labores domésticas. Esa misma razón afecta a un 24% de los hombres.

Esa falta de aptitudes digitales repercute directamente en el acceso a oportunidades laborales. Mientras que el 76% de las mujeres jóvenes (25-29 años) con educación universitaria se incorpora al mercado laboral, el porcentaje llega apenas al 27% entre las mujeres que solo tienen educación primaria.

Derribar machismos

Para cultivar cambios en la educación y cerrar la brecha de género es preciso derribar mitos y estereotipos  En palabras de la activista Gloria Steinem, “el gran problema de todos, hombres y mujeres, no es aprender sino desaprender”. La educación tiene grandes retos por hacernos desaprender por igual el sexismo y los machismos que están tan impregnados en la cotidianidad.

En el hogar, los deberes deben asumirse en equilibrio: las labores domésticas no deben tener género y la crianza positiva debe entenderse como una responsabilidad compartida entre papá y mamá. En Costa Rica, la carga global de trabajo (trabajo doméstico no remunerado más trabajo remunerado) es 7 horas mayor en las mujeres por semana.

En una era tan digitalizada, es necesario que como parte de los procesos de alfabetización digital se creen más acciones que involucren a niñas y jóvenes de comunidades rurales en la generación de competencias digitales, matemáticas y científicas.

La autora del libro Educar en feminismo, Iria Marañón afirma la necesidad de romper los estereotipos con los juegos y juguetes y evitar decir expresiones que les limiten a las personas menores de edad a desarrollarse plenamente. “Los únicos criterios que deberíamos tener en cuenta a la hora de elegir un juguete son la edad, las destrezas o capacidades que desarrollan y los gustos”, afirma la autora.

Es en la educación y de forma colectiva que deben hallarse las respuestas y las acciones para para cerrar la brecha de género: desaprendiendo, reflexionando y actuando.

Cuénteme su opinión sobre este tema en mi cuenta en Twitter (@albertobace) o al correo electrónico barrantes.ceciliano@gmail.com