El TSE le quitó ayer al Gobierno de Laura Chinchilla la posibilidad de convocar a un referendo para que la ciudadanía se pronuncie sobre un proyecto de cambio de las reglas de trabajo de los diputados, de manera que se acorten los tiempos de discusión en la creación de leyes.
Tres magistrados del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) resolvieron que únicamente un grupo de al menos 38 diputados pueden pedir que se someta a votación popular un plan para cambiar el Reglamento legislativo.
Ni los ciudadanos ni el Poder Ejecutivo pueden tramitar una consulta de ese tipo, sentenciaron los magistrados al rechazar una petición del exdiputado socialcristiano Mario Redondo, para que el tema fuese enviado a consulta.
El Gobierno evaluaba someter el Reglamento legislativo a referendo. La idea tomó fuerza luego de que la comisión de notables sobre gobernabilidad le planteó a Chinchilla 13 sugerencias para agilizar el Congreso.
Incluso, la mandataria declaró la semana pasada que el Reglamento era un “buen candidato” para una votación popular.
Según la Constitución Política, el Gobierno puede convocar a consulta popular, sin necesidad de recolectar firmas, siempre que cuente con el apoyo de 29 diputados.
No obstante, los magistrados Luis Antonio Sobrado, Eugenia Zamora y Max Esquivel concluyeron que, en el caso del Reglamento legislativo, esa potestad es exclusiva de los diputados. Ellos alegaron que el principio democrático le otorga al Poder Legislativo la potestad de autorregularse, y que la injerencia de terceros sería transgresión a la división de poderes.
Sin embargo, los magistrados consideraron que, si dos terceras partes de los diputados acuerdan llevarle el tema a la ciudadanía, sí es posible el referendo.
El TSE estimó que, aunque este Reglamento no es una ley, tiene la fuerza “del Derecho de la Constitución, ya que desarrolla el procedimiento de formación de la ley”.
A convencer. Francisco Chacón, ministro de Comunicación, dijo anoche que, si bien el voto quita al Gobierno la opción de convocar, aclara que el Reglamento sí puede ser objeto de votación, aspecto sobre el cual existían dudas.
“Ahora lo que correspondería, en caso de que la decisión fuera someter a referendo (la reforma al Reglamento), es convencer a 38 diputados”, sostuvo Chacón.
El Ejecutivo elaboraría un proyecto de Reglamento ajustado a las recomendaciones de los notables, las cuales no son compartidas por partidos como el Movimiento Libertario y el Frente Amplio (FA).
Los diputados Víctor Emilio Granados (PASE), Rodolfo Sotomayor (PUSC), José María Villalta (FA) y Luis Fishman (independiente) rechazaron que se pueda someter el Reglamento a referendo pues la Constitución solo habla de leyes y de reformas constitucionales.
“Yo creo que una vez más el TSE está manoseando y estirando la Constitución para quedar bien con el Gobierno”, dijo Villalta. “No se pueden hacer cambios violentando la Constitución”, añadió Fishman.
Pese a la diferencia de criterios, Granados dijo que él y la fracción del PASE apoyarían el referendo.
Yolanda Acuña, del PAC, consideró lógico que el Parlamento decida, pues una convocatoria del Ejecutivo sería una intromisión.