Ticos podrán proteger bosques gracias a su tarjeta de crédito o débito

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San José (Redacción).  Los ciudadanos podrían contribuir a conservar los bosques aledaños a las áreas silvestres protegidas de la Coordillera Volcánica Central con solo utilizar su tarjeta de crédito o débito.

De esta forma, los tarjetahabientes del BAC Credomatic podrán pagar un monto mensual de $5. De esta cantidad, $4 irán a Fundecor y $1 al pago mensual del QuickPass que se usa para cancelar el peaje en la autopista.

Esta iniciativa se conoce como Green Pass y fue posible gracias a la alianza entre el grupo financiero BAC Credomatic y la Fundación para el Desarrollo de la Cordillera Volcánica Central (Fundecor).

“Solo la cooperación público-privado hará de Costa Rica un país carbono neutral. Las acciones de cada ciudadano, de cada empresa e institución pública que limpien su huella ambiental, permitirá que el país se torne en eco-competitivo o sea un país en que las dimensiones ambiental, social y económico se integren en cada proyecto y en cada política pública”, manifestó el ministro de ambiente, René Castro.

Para obtener el Green Pass, los interesados deben realizar la solicitud llamando al teléfono 2295-9797.

Combatiendo la tala . La meta del proyecto es llegar a recaudar $455.000, cifra que permitirá pagar a los finqueros por concepto de los servicios ambientales que brinda el bosque que se ubica en su propiedad y así se pretende evitar la tala.

Actualmente, Fundecor trabaja con 620 familias que poseen unas 42.000 hectáreas de bosque. Solo la mitad han podido acceder al Programa Nacional de Pago de Servicios Ambientales (PSA) del Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (Fonafifo), esto dado que los recursos con que cuenta esta institución son insuficientes para cubrir todo el país.

El área de protección de la Cordillera Volcánica Central cuenta con 180.000 hectáreas. De estas, 80.000 hectáreas corresponden a los parques nacionales Braulio Carrillo, Irazú, Poás, Turrialba y el Monumento Nacional Guayabo. Las restantes 100.000 hectáreas –si bien son bosques– no son propiedad estatal.

A esto se suma que esta zona es vulnerable dado la presión que se genera desde el Gran Área Metropolitana. Según un comunidado de prensa de Fundecor, se pierde un 2% de bosque al año.