Solo el 11% califica como ‘buena’ labor de los ministros

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Apenas el 11% de la ciudadanía considera que los ministros de la administración Chinchilla Miranda hacen una “buena” o “muy buena” labor.

En contraposición, el 46% considera que el gabinete hace un trabajo “malo” o “muy malo”, mientras que el 42% restante lo etiqueta de “regular”.

De acuerdo con la más reciente encuesta de Unimer, la calificación sobre el trabajo de los ministros va en picada.

Cada vez es mayor el porcentaje de personas con un criterio negativo sobre su desempeño.

Por ejemplo, en julio del 2010, a principios de este Gobierno, un 27% de los ciudadanos tenía una opinión positiva del trabajo de los ministros y solo un 17% expresaba una opinión negativa.

Casi un año después, los criterios positivos habían bajado a un 13% y los negativos ya se acercaban al 40%. Hoy, esa brecha está todavía más ensanchada.

La nueva fotografía de la opinión pública sobre el trabajo del gabinete fue tomada del 4 al 10 de enero entre 1.200 mayores de edad en todo el territorio nacional.

Previamente, en el 2011, el gabinete de Laura Chinchilla había sufrido ocho bajas.

La mandataria cambió a los ministros de Presidencia, Relaciones Exteriores, Seguridad, Salud, Ambiente, Turismo, Ciencia y Tecnología, y Deportes.

El último día de elaboración de entrevistas por parte de Unimer, por cierto, renunció el ministro de Deportes (William Todd) que sustituyó a la jerarca que había abandonado el gabinete en el 2011.

Chinchilla también cambió a los jerarcas del ICE y del AyA.

Índice hacia abajo. Asimismo, continúa en descenso el índice de confianza en el Gobierno (ICG).

Este es un indicador confeccionado por Unimer, el cual se compone de las opiniones ciudadanas sobre cinco temas: trabajo del gabinete, eficiencia en el gasto, resolución de problemas, corrupción y para quién se gobierna.

Esta vez, el ICG bajó un 12%. El índice, que se mide en una escala de 0 a 5, varió de 1,47 a 1,29, en una escala de 1 a 5. Cuando Chinchilla empezó a gobernar, el ICG estaba en 2,41, uno de los más altos de los últimos años.

La nueva caída se produce principalmente porque menos personas consideran que el Gobierno está administrando eficientemente el gasto público, además de que decrece la cantidad de ciudadanos que creen que el Poder Ejecutivo trabaja pensando en la gente.

Solo 2 de cada 10 personas opinan que el Gobierno maneja el gasto “con eficiencia” o “con cierta eficiencia”. En cambio, 8 de cada 10 creen que lo hace con poca o mucha ineficiencia.

Además, ahora 9 de cada 10 personas (en lugar de 8) sostienen que la administración Chinchilla gobierna pensando en algunos sectores y no en la mayoría.