La búsqueda de espacios para discutir sobre una “migración eventualmente libre” fue el tema que puso sobre el tapete el presidente de México, Enrique Peña Nieto, tras concluir la cumbre realizada ayer aquí entre ese país y el Sistema de Integración Centroamericana (SICA).
De acuerdo con el mandatario, esa posibilidad es parte de la tarea que están trabajando, y que se comprometieron a incluir en la agenda conjunta de integración regional.
“Es por esta misma discusión que hay que encontrar las mejores formas para que, eventualmente, lo que se derive de acuerdos de libre comercio y de cooperación, se puedan abrir mayores espacios a una migración eventualmente libre, y también garantizar o establecer mecanismos que garanticen un respeto absoluto a los derechos humanos de los migrantes”.
Con él coincidió Otto Pérez Molina, presidente de Guatemala, para quien la búsqueda de acuerdos en temas económicos y de cooperación conducen a la apertura de fronteras, siempre que vayan de la mano y que procuren una mayor integración.
El canciller tico, Enrique Castillo, sin embargo, fue un poco más cauto ante esa idea.
Castillo afirmó que Costa Rica no está lista para una eliminación de visas con los países de Centroamérica, como sí lo está para hacerlo con Colombia y Perú en su intento por entrar a la Alianza del Pacífico, que también incluye a México y Chile (países con los que no hay restricción migratoria).
Las versiones sobre este tema se produjeron ayer en el encuentro multilateral realizado en el hotel Real Intercontinental, en Escazú, San José.
A la cita acudieron también los mandatarios de Honduras y Panamá, Porfirio Lobo y Ricardo Martinelli, respectivamente.
Entre tanto, los presidentes de Nicaragua y El Salvador, Daniel Ortega y Mauricio Funes, así como los de República Dominicana y Belice, estuvieron ausentes. Ellos enviaron representantes.
Logros. Uno de los acuerdos de la reunión fue instruir a los cancilleres para que fijen, a más tardar en marzo, el mecanismo para negociar un acuerdo complementario al tratado comercial que ya tiene la región con México.
Además, los mandatarios convinieron en buscar ayuda internacional para combatir la roya del café, hongo que ha afectado el 65% de los cafetales regionales y que ha provocado pérdidas por $500 millones.
“Hemos decidido elevar la voz de manera conjunta ante el Instituto Interamericano de Cooperación Agrícola”, expresó Chinchilla.
Ella recordó que 350.000 familias dependen de este cultivo y que los afectados son en su mayoría cafetaleros pequeños.
Asimismo, producto del encuentro, Costa Rica y Panamá consiguieron la colaboración del Gobierno mexicano, que donó $5 millones para los estudios de factibilidad de un nuevo puente sobre el río Sixaola, entre los dos países.