Once torres con radares vigilarían áreas marinas

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Con el fin de realizar un control más efectivo del área marina de los parques nacionales, el Gobierno y organizaciones ambientales trabajan en una propuesta para usar torres de vigilancia equipadas con cámaras, radares y equipos de geolocalización (GPS).

El sistema electrónico alertaría –por Internet– a computadoras o dispositivos móviles de los guardacostas y guardaparques cuando una embarcación pasa los límites del parque nacional. Esto permitirá un patrullaje más eficiente e implicaría un ahorro sustancial de recursos, como el combustible.

La propuesta se dio a conocer ayer en el hotel Real Intercontinental, en Guachipelín, Escazú, San José.

Ahora, el sistema de vigilancia electrónica no solo permitiría ejercer un control de pesca ilegal en parques nacionales sino que se podría utilizar para regular otros temas como turismo marino, contaminación, tráfico de personas, contrabando de combustible y narcotráfico, entre otros.

Por esa razón, sus promotores enfatizan que esta es tan solo una herramienta que deberá obedecer a una estrategia nacional de control y vigilancia marítima que permita regular este territorio tanto en cuanto saber la cantidad de personas y embarcaciones así como el uso que dan al mar.

En este sentido, la propuesta se enmarca en un convenio de cooperación firmado por el Ministerio de Seguridad Pública (MSP) y el Ministerio de Ambiente (Minaet).

Asimismo, su formulación implicó una coordinación interinstitucional que, aparte de los dos ministerios mencionados, incluyó al Ministerio de Obras Públicas y Transporte (MOPT) y el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), así como las organizaciones Conservación Internacional (CI) y Costa Rica por Siempre.

Tanto Zdenka Piskulich de Costa Rica por Siempre como Marco Quesada de CI insistieron que esta es apenas una propuesta que aún deberá enviarse a consulta y tendrá que ser oficializada por el gobierno.

Vigilancia electrónica. Cada una de las 11 torres, cuya altura varía entre los 12 y 40 metros, estaría equipada con cámaras, radares y sistemas de geolocalización con un alcance de 120 millas náuticas (222 kilómetros).

Según Oswaldo Rosero, consultor y funcionario de WildAid en Ecuador, el sistema permitiría tener una cobertura de 150.000 km².

La información recopilada por estas torres irá a cuatro centros de control regionales y uno nacional.

Según Piskulich, la inversión del sistema de vigilancia electrónica se calcula en $10.000.

De esta suma, ya se cuenta con la mitad y se prevé que el proceso previo a la implementación tarde unos cuatro años ya que se requiere revisar el marco legal, crear protocolos y capacitar a los funcionarios.

Países como Ecuador ya han tenido éxito con sistemas similares. La vigilancia electrónica en Galápagos ha logrado disminuir el 50% del costo de los patrullajes.