Mi álbum de fotos

Un valioso recurso para que pequeños en estado de abandono puedan reconstruir su historia en el futuro, es este álbum de fotos y recuerdos.

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Cuando Randall crezca y pregunte por su pasado, muchas de las respuestas las encontrará en su álbum de fotografías.

Ahí conocerá el nombre de su mamá biológica y el de la señora de la casa Nazareth que lo cuidó en el hogar sustituto hasta que sus nuevos papás lo adoptaron.

Su álbum, quizá, le permita reconocer a la morena y al chiquitín, y a la flaquita que llegó toda enyesada porque sus papás le pegaron tanto que le quebraron las piernas y los brazos. Todos fueron sus compañeros y hermanos temporales en el hogar sustituto.

Cuando Randall sea un hombre y quiera saber de su vida, ante la falta de tíos y primos y hermanos biológicos que le cuenten cómo fueron sus primeros años, podrá revisar esas páginas llenas de colores y fotos.

El álbum le contará cómo prefería que lo llamaran de pequeño, qué le gustaba comer, de qué tamaño eran sus manos y pies y qué hacía –hora a hora–, en el Hogar Vista de Mar, adonde fue a parar porque su familia biológica no podía cuidarlo.

El pequeño tiene hoy dos años y seis meses de edad y es uno de los ocho niños que poseen su propio álbum de recuerdos con fotos y detalles de sus primeros años de vida.

El proyecto “Construyendo mi historia”, de voluntarios de la empresa Walmart, se ha encargado de reconstruirle la vida a él y a otros siete pequeños, pues sus familias de sangre probablemente no podrían recrearlas.

La idea la trajo al país desde Brasil la psicóloga Mónica Samaha, esposa de un alto ejecutivo de Walmart. En Brasil, ese proyecto lleva diez años de funcionar en decenas de hogares temporales.

En el último año, seis esposas de ejecutivos de esa empresa han dado vida al proyecto en el Hogar Vista de Mar. A partir de esta semana, otro grupo de voluntarios externos a la empresa se unirá a la tarea de reconstruirle la historia a niños como Randall.

Durante los próximos ocho meses, al menos una hora a la semana, cada voluntario se acercará a uno de los chiquitos del hogar para escarbar en su vida y hacerle su álbum. Lo hará a través de cuentos, con la idea de que sea el mismo pequeño quien identifique a las personas mportantes para él o ella en la actualidad.

Aparte de Brasil, Costa Rica es el único país con un proyecto similar. El trabajo realizado aquí será reproducido en Ecuador y Chile.

De los ocho niños que hasta ahora han participado en el proyecto, cinco se han ido con sus álbumes a sus nuevos hogares. Otros tres –en cuenta Randall–, están a la espera de que alguien los adopte. Cuando eso suceda, se mudarán a su nuevo hogar con un gran tesoro bajo el brazo.