Letras de cambio

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“El Barça juega con 11 canteranos, y gana”. Suena como una noticia futbolística de poca importancia para la mayoría, excepto para los muy aficionados al futbol y al F.C. Barcelona. Pero, en realidad, forma parte de algo mucho más grande, que contiene una importante lección de planificación estratégica.

La noticia se refiere a que el F.C. Barcelona jugó el fin de semana pasado con 11 jugadores formados en su escuela de futbol base. Es decir, los 11 jugadores en el campo habían sido formados desde muy jóvenes en el propio club. Hacerlo, en un campeonato tan competitivo como el español, donde hay otros equipos que han gastado sumas multimillonarias para contratar a los mejores jugadores del mundo, hace que la noticia llame la atención. Y si además lo hacen jugando bien y terminan ganando, le confiere un mérito especial a lo realizado.

Si bien el objetivo del Barça no es jugar con 11 canteranos siempre, sí existe toda una estrategia muy bien definida. Desde hace más de 20 años que el club le apuesta a la escuela de futbol formativo. El objetivo es tener una gran cantidad de jugadores formados en su escuela, con una filosofía muy clara de como jugar al futbol y una educación integral de la persona.

La inversión del Barça en su cantera es grande. Invierte en instalaciones físicas, como canchas, aulas y hasta una casa para hospedar a los jóvenes futbolistas: La Masía. Invierte en entrenadores y profesores. Invierte en tiempo. Pero como el objetivo es claro, y se sabe que los frutos vendrán, el club sigue invirtiendo, sin salirse de la ruta establecida. Con el tiempo, la inversión ha resultado una muy rentable.

Esta estrategia del Barça deja lecciones importantes. Cuando se tiene un plan bien elaborado, con objetivos claros, y se ponen todos los recursos disponibles a trabajar para sacar la tarea adelante, se obtienen los logros deseados. Esto es especialmente cierto si lo que se persigue es un proyecto de largo plazo, que requiere que muchos factores se junten para lograr el éxito. Cuando se invierten recursos en un proyecto cuyo retorno tarda mucho en llegar, es aún más importante estar focalizados en cómo sacarle el mayor provecho a la inversión.

A nivel empresarial lo dicho puede sonar como muy lógico. Aun así, cuesta ver empresas que planifican a muy largo plazo. La mayoría se concentran en el “día a día”, olvidándose del planeamiento estratégico. A nivel estatal, las inversiones de largo plazo son parte fundamental de su quehacer (infraestructura, educación, salud). Sin embargo, por lo general, la planificación estratégica es nula. La toma de decisiones obedece usualmente más a los vientos electorales de cada cuatro años, que a un plan claro de largo plazo. Así cuesta mucho progresar.